Épito fue, en la mitología griega, un rey de Fesana y Azania, lugares que formaban parte de Arcadia.
Era hijo de Élato. En la división del reino de Arcadia que hicieron su padre y su tío Azán, Épito recibió un pequeño territorio llamado Fesana, junto al río Alfeo,[1] pero tras la muerte sin hijos del rey Clítor obtuvo también la Azania, lo que le convirtió, junto a su hermano Estínfalo, en rey de casi toda Arcadia.[2] Además, una parte del país se llamaba Epitis[3] probablemente en su honor. Educó como hija propia a Evadne, hija de Poseidón.[1]
Murió mientras cazaba, por la picadura de una serpiente[2] que dio nombre al lugar donde aquello ocurrió, el monte Sepia.[4] La tumba de Épito, cerca del monte Cilene, fue famosa en la antigüedad por ser citada por Homero y Pausanias.[5]
Aunque se le atribuyen como hijos a Tlesenor y Pirítoo,[6] Épito fue sucedido en el trono por su primo Aleo.[7]
Predecesor: Clítor |
Reyes de Azania |
Sucesor: Aleo |