20 de mayo: en Siria[1] se percibe un terremoto de unos 7,6 grados en la escala de Richter, que deja un saldo de entre 30.000 y 60.000. Historiadores modernos consideran que la cifra de muertos directos fue de alrededor de 30.000, pero una peste (producida por el incorrecto manejo de los cadáveres) sumada a una sequía del río Nilo, elevó la cantidad de muertos en toda la región de Oriente Medio y Egipto hasta 1,1 millones.[2]