El adulterio (del latín adulterium) se refiere un tipo de sexo extramarital que es considerado objetable por motivos sociales, religiosos, morales o legales. Se refiere pues a la unión sexual de dos personas cuando uno o ambos están casados con otra persona, cometiendo de esta manera una infidelidad. El diccionario de la lengua española lo define como una «[r]elación sexual voluntaria entre una persona casada y otra que no sea su cónyuge».[1] Aunque el tipo de actividades sexuales que constituyen adulterio varían, así como sus consecuencias sociales, religiosas o legales, el concepto existe en muchas culturas y es similar en el cristianismo, el judaísmo y el islam.[2] El adulterio es considerado por muchas jurisdicciones penales como una ofensa a la moral pública, que socava la relación matrimonial.[3][4]
Históricamente, muchas culturas han censurado moralmente el adulterio o lo han considerado un delito muy grave, en algunos casos sujeto a severos castigos, usualmente para la mujer y a veces para el hombre, con penas que incluían la pena capital, la mutilación o la tortura (si bien esto no ha impedido que muchas personas lo practiquen), dependiendo del país que rigen.[5] Tales castigos han ido perdiendo popularidad, especialmente en los países occidentales a partir del siglo XIX. En los países en los que el adulterio sigue siendo un delito, los castigos van desde las multas hasta los azotes[6] e incluso la pena capital. Desde el siglo XX, las leyes penales contra el adulterio se han vuelto controversiales, y la mayoría de los países occidentales han despenalizado el adulterio.
Con todo, incluso en las jurisdicciones que han despenalizado el adulterio, éste puede seguir teniendo consecuencias legales, sobre todo en las jurisdicciones con leyes de divorcio basadas en la culpa. El adulterio puede ser considerado por el tribunal de familia correspondiente como una causal de divorcio culposo, dependiendo el ordenamiento jurídico de cada país,[7][8] y puede por lo tanto ser un factor en la liquidación de bienes, la custodia de los hijos, la denegación de la pensión alimenticia, etc. El adulterio no es causal de divorcio en jurisdicciones que han adoptado un modelo de divorcio sin necesidad de culpa.
Organizaciones internacionales han pedido la despenalización del adulterio, especialmente a la luz de varios casos de lapidación de gran repercusión que se han producido en países como Irán, Malí o Somalia (véase Lapidación). La jefa del órgano de expertos de las Naciones Unidas encargado de identificar formas de eliminar las leyes que discriminan a las mujeres o que son discriminatorias para ellas en términos de aplicación o impacto, Kamala Chandrakirana, ha declarado que: «El adulterio no debe clasificarse en absoluto como un delito penal».[9] Una declaración conjunta del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la discriminación contra la mujer en la ley y en la práctica afirma que: «El adulterio como delito penal viola los derechos humanos de las mujeres».[10]
En los países musulmanes que siguen la sharia en asuntos de justicia penal, el castigo por adulterio puede ser la lapidación.[11] Para 2014, había quince países[12] en los que la lapidación estaba autorizada como castigo legal, aunque en los últimos tiempos solo se ha llevado a cabo legalmente en Irán y Somalia.[13] La mayoría de los países que penalizan el adulterio son aquellos en los que la religión dominante es el islam, y varios países del África subsahariana de mayoría cristiana, pero hay algunas excepciones notables a esta regla, como Filipinas y varios estados de los Estados Unidos. En algunas jurisdicciones, mantener relaciones sexuales con la esposa del rey o la esposa de su hijo mayor constituye traición.[14]
El término adulterio se refiere a actos sexuales entre una persona casada y alguien que no sea su cónyuge.[1][15][16][17] Puede surgir en varios contextos. En el derecho penal, el adulterio era un delito en muchos países en el pasado, y sigue siendo un delito en algunos países en la actualidad. En el derecho de familia, el adulterio puede ser un motivo de divorcio, siendo la definición legal de adulterio «el contacto físico con un órgano ajeno e ilícito»,[18] mientras que en algunos países hoy en día, el adulterio no es en sí mismo motivo de divorcio. Los actos sexuales extramatrimoniales que no se ajustan a esta definición no son «adulterio», aunque pueden constituir un «comportamiento irrazonable», también causal de divorcio.
Otra cuestión relacionada es la de la paternidad de un hijo o hija. La aplicación del término al acto parece surgir de la idea de que «el coito criminal con una mujer casada... tendía a adulterar la cuestión [de los hijos] de un marido inocente... y a exponerle a mantener y proveer a los [hijos] de otro hombre».[19] Así, se corrompe la «pureza» de los hijos de un matrimonio y se altera la herencia.
En el derecho arcaico, existía un agravio (tort) en el derecho anglosajón por la llamada «conversación criminal» derivada del adulterio, siendo "conversación" un eufemismo arcaico para referirse a las relaciones sexuales. Se trataba de una acción de responsabilidad civil interpuesta por el marido contra un tercero («el otro») que interfería en la relación matrimonial.
Algunas leyes sobre el adulterio establecen diferencias en función del sexo de los participantes, por lo que a menudo se consideran discriminatorias, y en algunas jurisdicciones han sido anuladas por los tribunales, normalmente porque discriminan a las mujeres.[20][21]
El término adulterio, en lugar del de sexo extramarital, implica una condena moral del acto; como tal, no suele ser un término neutro porque lleva implícito un juicio de que el acto es malo.[22]
El adulterio se refiere a relaciones sexuales que no están oficialmente legitimadas; por ejemplo, no se refiere a tener relaciones sexuales con múltiples parejas en el caso de la poligamia (cuando un hombre está casado con más de una esposa a la vez, lo que se llama poliginia; o cuando una mujer está casada con más de un marido a la vez, lo que se llama poliandria) o incluso en el caso del poliamor, cuando su práctica es consensuada.[23]
En el mundo grecorromano existían leyes estrictas contra el adulterio, pero éstas se aplicaban solo a las relaciones sexuales con mujeres casadas. En el derecho romano temprano, el jus tori pertenecía al marido, y por lo tanto, no era un delito contra la esposa que el marido tuviera relaciones sexuales con una esclava o una mujer soltera.[24][25] Los maridos romanos se aprovechaban a menudo de tal inmunidad legal. Así, el historiador Esparciano narra que Vero, el colega imperial de Marco Aurelio, no dudó en declararle a su esposa que le reprochaba que: «Uxor enim dignitatis nomen est, non voluptatis». ('Esposa' connota rango, no placer sexual, o más literalmente «Esposa es el nombre de la dignidad, no de la dicha») (Vero, V).
Más adelante en la historia romana, como ha demostrado William E.H. Lecky, es posible que haya ganado terreno, al menos en teoría, la idea de que el marido debía una fidelidad similar a la exigida a la esposa. Lecky deduce esto de la máxima legal de Ulpiano: «Parece muy injusto que un hombre exija a una esposa la castidad que él mismo no practica».[26]
Según Plutarco, el «préstamo» de esposas practicado entre algunas personas también fue fomentado por Licurgo, aunque por un motivo distinto al que incitaba la práctica (Plutarco, Licurgo, XXIX). La reconocida licencia de los maridos griegos puede verse en el siguiente pasaje de la Oración contra Neaera pseudodemosténica:
La Ley Julia romana, Lex Iulia de Adulteriis Coercendis (17 a. C.), castigaba el adulterio con el destierro.[27] Los dos culpables eran enviados a diferentes islas («dummodo in diversas insulas relegentur»), y se confiscaba parte de sus bienes.[27] A los padres se les permitía matar a las hijas y a sus parejas en el adulterio. Los maridos podían matar a las parejas en determinadas circunstancias y estaban obligados a divorciarse de esposas adúlteras.
Si se está casado y se tienen relaciones sexuales con otra persona, se está cometiendo adulterio. Hay quienes creen que, en la caracterización anterior, se da un sentido amplio a «relaciones sexuales». Según el Islam, el cristianismo, y el judaísmo, el adulterio es una violación grave a la Ley de Dios, el cual menciona en sus Mandamientos: «No cometerás adulterio». (Éxodo, 20:14; Deuteronomio, 5:18; 1 Corintios 6:9).[28] Ergo, incurrir deliberadamente en el mismo se considera un pecado mortal.
Tanto el judaísmo como el cristianismo basan sus mandatos contra el adulterio en pasajes de la Biblia hebrea (Antiguo Testamento en el cristianismo), que prohíbe en primer lugar el adulterio en el Séptimo Mandamiento: «No cometerás adulterio». (Éxodo, 20:12). Sin embargo, el judaísmo y el cristianismo difieren sobre lo que constituye de hecho adulterio.
Levítico 20:10, define lo que constituye adulterio en la Biblia hebrea, y también prescribe su castigo como pena capital. En este versículo, y en la tradición judía, el adulterio consiste en una relación sexual entre un hombre y una mujer casada que no es su legítima esposa:
Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la adúltera
Así, según la Biblia hebrea, no se comete adulterio si la mujer que participa no está casada (a menos que esté prometida, Deuteronomio, 22:23-27), mientras que el estado civil del hombre que participa es irrelevante (puede o no estar casado con otra mujer).
Si una mujer casada o prometida ha sido violada por un hombre que no es su marido, sólo el violador es castigado por adulterio y no la víctima. Como declara la Biblia (Deuteronomio, 22:26), «[e]l caso es semejante al de un hombre que se lanza sobre su prójimo y le mata»: así como la víctima de asesinato no es culpable de asesinato, una víctima de violación no es culpable de adulterio.
De acuerdo con el académico Michael Coogan, según el texto, las esposas son propiedad de sus maridos, ya que el matrimonio significa transferencia de propiedad (del padre al marido),[29] y el adulterio es una violación del derecho de propiedad del marido.[29] Sin embargo, a diferencia de otras colecciones de leyes del antiguo Cercano Oriente que tratan el adulterio como una ofensa contra el marido solamente, y permiten al marido renunciar o mitigar el castigo, la ley bíblica no permite tal mitigación, sobre la base de que tanto Dios como el marido son ofendidos por el adulterio, y que una ofensa contra Dios no puede ser perdonada por el hombre.[30] Además, el libro de Coogan ha sido criticado por la académica feminista Phyllis Trible, que sostiene que el patriarcado no fue prescrito, sino sólo descrito por Dios.[31] Trible afirma que el apóstol Pablo cometió el mismo error que Coogan.[31]
El acto sexual de David con Betsabé, la esposa de Urías, es descrito por la Biblia como un «pecado» (II Samuel 12:13) cuyo castigo incluía la violación de las propias esposas de David (II Samuel 12:11-12). Según Jennifer Wright Knust, el acto de David fue adulterio sólo según el espíritu y no la letra de la ley, porque Urías no era judío y (según Knust) los códigos bíblicos sólo se aplicaban técnicamente a los israelitas.[32] Sin embargo, según Jacob Milgrom, los judíos y los extranjeros residentes recibían la misma protección bajo la ley bíblica.[33] En cualquier caso, según el Talmud de Babilonia, Urías sí era judío[34][35] y redactó un acta de divorcio provisional antes de salir a la guerra, especificando que de morir en batalla, el divorcio entraría en vigor desde el momento en que se emitiera el acta.[36][37]
Aunque Levítico 20:10 prescribe la pena de muerte por adulterio, los requisitos legales de procedimiento eran muy exigentes y requerían el testimonio de dos testigos oculares de buena reputación para la condena. El acusado también debía haber sido advertido inmediatamente antes de cometer el acto.[38] Una sentencia de muerte sólo podía dictarse durante el período en que el Templo de Jerusalén estaba en pie, y sólo mientras el tribunal del Sanedrín se reuniera en su cámara dentro del complejo del Templo.[39]Por lo tanto, técnicamente no puede aplicarse la pena de muerte en la actualidad.[40]
La pena de muerte por adulterio era generalmente el estrangulamiento,[41] excepto en el caso de una mujer que fuera hija de un sacerdote (cohen), en cuyo caso se especifica en las Escrituras que debe morir quemada (vertiendo plomo fundido por la garganta, Levítico 21:9), o en el de una mujer prometida pero no casada, en cuyo caso el castigo tanto para el hombre como para la mujer era la lapidación (Deuteronomio 22:24).
A nivel civil, la ley judía (halajá) prohíbe a un hombre seguir viviendo con una esposa adúltera, y está obligado a divorciarse de ella. Asimismo, a la adúltera no se le permite casarse con el adúltero, pero (para evitar cualquier duda sobre su condición de ser libre de casarse con otro o la de sus hijos) muchas autoridades dicen que él debe darle el divorcio como si estuvieran casados.[42]
Según el judaísmo, las Siete leyes de Noé se aplican a toda la humanidad; estas leyes prohíben el adulterio tanto a los no judíos como a los judíos.[43]
Las relaciones sexuales extramatrimoniales de un hombre casado no se consideran en sí mismas un delito en la ley bíblica o judía posterior;[44][45] se consideraban afines a la poliginia, que estaba permitida. Del mismo modo, las relaciones sexuales entre un soltero y una mujer que no estaba casada ni desposada no se consideraban adulterio.[45] Este concepto de adulterio se deriva del aspecto económico del matrimonio israelí, según el cual el marido tiene un derecho exclusivo sobre su mujer, mientras que la mujer, como posesión del marido, no tenía un derecho exclusivo sobre éste.[46]
Los cristianos consideran que el adulterio es inmoral y un pecado, basándose principalmente en pasajes como Éxodo 20:14 o I Corintios 6:9-10. Si bien I Corintios 6:11 afirma que «Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados», todavía reconoce que el adulterio es inmoral y pecaminoso. En el Nuevo Testamento, Jesús amplía la definición de adulterio, con lo cual cometer adulterio no se limita a la comisión carnal del acto sexual con una persona diferente al esposo o la esposa, además se comete hasta con mirar y desear a una persona que no sea el cónyuge; (Mateo, 5:27-28)[28] esto incluiría la visualización de contenido para adultos o erótico.
El catolicismo vincula la fornicación con la violación del sexto mandamiento en su Catecismo.[47]
Hasta hace unas décadas, el adulterio era un delito penal en muchos países donde la religión dominante es el cristianismo, especialmente en los países católicos (por ejemplo, en Austria era un delito penal hasta 1997[48]). El adulterio fue despenalizado en Chile en 1994,[49] Argentina en 1995,[50] Brasil en 2005[51] y México en 2011,[52][53] pero en algunos países predominantemente católicos, como Filipinas, sigue siendo ilegal.[54]
Algunas iglesias, como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, han interpretado que el término «adulterio» incluye todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio, independientemente del estado civil de los participantes.[55] Los profetas y líderes civiles del Libro de Mormón a menudo incluyen el adulterio como una actividad ilegal junto con el asesinato, el robo y el hurto.[56]El Libro de Mormón también prohíbe el adulterio. Por ejemplo, Abinadí cita los Diez Mandamientos cuando acusa a los sacerdotes del rey Noé de inmoralidad sexual.[57] Cuando Jesucristo visita las Américas, refuerza la ley y les enseña la ley superior (que también se encuentra en el Nuevo Testamento):
He aquí, fue escrito por los antiguos que no cometerás adulterio; mas yo os digo que quien mire a una mujer para codiciarla ya ha cometido adulterio en su corazón.[58]
Zina' es un término árabe que designa las relaciones sexuales ilegales, prematrimoniales o extramatrimoniales. Se han atribuido diversas condiciones y castigos al adulterio. Según la ley islámica, el adulterio en general es la relación sexual de una persona (ya sea hombre o mujer) con alguien con quien no está casada. El adulterio es una violación del contrato matrimonial y uno de los principales pecados condenados por Dios en el corán:[59]
Versículos coránicos que prohíben el adulterio incluyen:
No se acerquen a lo que lleve a la fornicación, pues es una inmoralidad y un mal camino. (Sura al-Isra, 17, 32)
Diles: «Lo que realmente ha prohibido mi Señor son las obscenidades, tanto en público como en privado, la maldad, la opresión sin causa, que Le asocien en la adoración y que afirmen acerca de Él lo que ignoran». (Sura Al-A'raf, 7, 33)
La lapidación por adulterio no se menciona en el texto canónico del corán.[60] La mayoría de las reglas relacionadas con la fornicación, el adulterio y las acusaciones falsas de un marido a su esposa o de los miembros de la comunidad a mujeres castas, se pueden encontrar en la Sura An-Nur (la Luz). La sura comienza dando reglas muy específicas sobre el castigo por zina:[61]
A la fornicadora y al fornicador aplíquenles, a cada uno de ellos, cien azotes. Si verdaderamente creen en Dios y en el Día del Juicio, no permitan que la compasión que puedan sentir por ellos les impida aplicar la pena establecida por Dios. Que un grupo de creyentes sea testigo cuando se les aplique la pena. (— Sura An-Nur 24:2)
Según un hadiz atribuido a Mahoma, una persona soltera que comete adulterio o fornicación debe ser castigada con 100 azotes, mientras que una persona casada será lapidada hasta la muerte.[62]
Los textos sánscritos hindúes presentan una variedad de puntos de vista sobre el adulterio, ofreciendo posiciones muy diferentes.[63][64] El himno 4.5.5 del Rigveda llama al adulterio pāpa (maldad, pecado).[65][66] Otros textos védicos afirman que el adulterio es un pecado, al igual que el asesinato, el incesto, la ira, los malos pensamientos y el engaño.[67] Los textos védicos, incluido el Rigveda, el Atharvaveda y los Upanishads, también reconocen la existencia de amantes masculinos y femeninos como un hecho básico de la vida humana, seguido de la recomendación de que uno debe evitar ese sexo extramatrimonial durante ciertas ocasiones rituales (yajña).[63] En varios símiles del Rigveda se describe el anhelo emocional de una mujer por encontrarse con su amante, y un himno reza a los dioses para que protejan el embrión de una esposa embarazada mientras ella duerme con su esposo y otros amantes.[63]
La Encuesta Global de Sexo de Durex encontró en 2005 que alrededor del mundo el 22% de las personas encuestadas admitió haber tenido relaciones sexuales extramatrimoniales.[68][69] Según un estudio realizado en 2015 por Durex y Match.com, Tailandia y Dinamarca fueron los países más adúlteros según el porcentaje de adultos que admitieron haber tenido una aventura extramarital.[70][71]
En los Estados Unidos, Alfred Kinsey descubrió en sus estudios que el 50% de los hombres y el 26% de las mujeres habían tenido relaciones sexuales extramatrimoniales al menos una vez durante su vida.[72] Dependiendo de los estudios, se estima que en este país el 22,7% de los hombres y el 11,6% de las mujeres, han tenido relaciones sexuales extramatrimoniales.[73] Otros autores afirman que entre el 20% y el 25% de los estadounidenses tuvieron relaciones sexuales con alguien que no era su cónyuge.[74]
Tres estudios realizados en los Estados Unidos en la década de 1990, con muestras representativas a nivel nacional, han descubierto que alrededor del 10-15% de las mujeres y el 20-25% de los hombres admiten haber mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales.[73][75][76]
El Standard Cross-Cultural Sample (una muestra de 186 culturas usadas por académicos y académicas que hacen investigación transcultural) describió la ocurrencia de sexo extramarital por género en más de 50 culturas preindustriales. El sexo extramatrimonial por parte de los hombres es descrito como «universal» en 6 culturas, «moderado» en 29 culturas, «ocasional» en 6 culturas y «poco común» en 10 culturas. Las relaciones sexuales extramatrimoniales de parte de mujeres son descritas como «universales» en 6 culturas, «moderadas» en 23 culturas, «ocasionales» en 9 culturas y «poco comunes» en 15 culturas.[77][78]
En Argentina el adulterio estaba penado por el art. 001 del Código Penal, pero fue derogado por ley 24.453 de 1995.
En Brasil el adulterio fue despenalizado en 2005.[79]
En Chile el adulterio actualmente no está penado. En virtud de lo dispuesto por el artículo 34 de la Ley N.º 19.335, publicada el 23 de septiembre de 1994, deroga del Código Penal los artículos 375 a 381 inclusive. Con ello, dejan de estar tipificadas las conductas de adulterio y amancebamiento.
En Colombia el delito de adulterio se eliminó en 1935.
En España, el adulterio fue despenalizado a través de la Ley 22/1978, de 26 de mayo, sobre despenalización del adulterio y del amancebamiento, que entró en vigor el 19 de junio de 1978. Fue tras una larga lucha, en los juzgados, con algunos de los últimos casos, como el juicio a Inmaculada Benito y en las calles y en la prensa, ya que la eliminación de este delito era uno de los temas de la agenda feminista.[80][81]
Los Estados Unidos son uno de los pocos países industrializados en tener leyes que penalizan el adulterio.[82] En los Estados Unidos, las leyes varían de estado a estado. Hasta mediados del siglo XX, la mayoría de estados de los EE. UU. (especialmente en los estados del Sur y el Nordeste) tenían leyes contra la fornicación, el adulterio o la cohabitación. Estas leyes han sido gradualmente abolidas o derogadas por tribunales por ser inconstitucionales.[83][84][85]
Las leyes penales estatales contra el adulterio solo se hacen cumplir rara vez. Los tribunales de apelación federales han emitido decisiones de manera inconsistente respecto a si estas leyes son inconstitucionales (especialmente tras la decisión en 2003 de la Corte Suprema en el caso Lawrence contra Texas) y para 2019 la Corte Suprema no había emitido una decisión al respecto.[86][87]
Para el 1 de diciembre de 2023, el adulterio seguía siendo considerado un delito en 17 estados y en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, pero es raro que haya acusaciones.[88][89] Pensilvania abolió sus leyes de fornicación y adulterio en 1973.[90]Entre los estados que han despenalizado el adulterio en años recientes se encuentran Virginia Occidental (2010),[91]Colorado (2013),[92]Nuevo Hampshire (2014)[88][93]y Massachusetts (2018).[94]El Distrito de Columbia derogó su ley de adulterio en 2003.[95][96]Al aprobar la Ley Orgánica del Distrito de Columbia de 1801, la 6a. Reunión del Congreso de los Estados Unidos extendió todas las leyes penales de Maryland y Virginia al territorio respectivo dentro del Distrito que cada estado había cedido al gobierno federal bajo el Artículo I, Sección VIII, y el adulterio había sido un delito imputable en Maryland desde la aprobación de una ley provincial en 1715.
La última condena por adulterio en Massachusetts se profirió en 1983 y sostenía que el estatuto era constitucional y que «ningún derecho personal fundamental a la intimidad implícito en el concepto de libertad y orden garantizado por la Constitución de los Estados Unidos prohíbe la imputación penal de tales personas [los adúlteros]».[97]
Si bien las leyes de adulterio se encuentran principalmente en los estados conservadores (especialmente en los estados sureños), hay algunas notables excepciones, como el estado de Nueva York.
En general, tres estados de los EE. UU. lo penalizan como un delito grave (Oklahoma, Míchigan y Wisconsin) y 14 estados junto con Puerto Rico lo penalizan como un delito menor. Las penas van desde apenas una multa de $10 dólares en Maryland (a pesar de ser técnicamente una ofensa criminal y no civil) hasta una de $10 000 dólares y una pena carcelaria de hasta tres años y medio en Wisconsin, o una multa de hasta $5 000 dólares y pena carcelaria de hasta cinco años en Míchigan.
En México el adulterio fue despenalizado en el Código Penal Federal en el año 2011.[98][99]
En Paraguay el adulterio estuvo penado hasta 1990.[100]
En Puerto Rico el adulterio está penado por el artículo 130 del Código Penal de 2004 y es clasificado como delito menos grave (multa o cárcel hasta 90 días). Hay que señalar que nunca se ha llevado un procedimiento criminal por el delito de adulterio. También figura en el Código Civil como una causa de divorcio.
En Venezuela el adulterio estaba penado por los artículos 394 y 395 del Código Penal, pero fueron anulado por orden del TSJ en 2016 por considerarla discriminatoria a la igualdad de género.[101]
En algunos países para que se configure el delito de adulterio este debe ser cometido en el hogar conyugal o con escándalo, lo que se traduce en una carga que complica más la prueba.
Muchos juristas sostienen que no debería ser considerado como un delito, sino como un incumplimiento del contrato matrimonial, que puede ser motivo de divorcio.
En países donde rige la ley islámica, Zināʾ es el término legal para referirse a las relaciones sexuales ilegales, y puede incluir el adulterio, la fornicación, la prostitución, la sodomía, el incesto y el bestialismo. Los castigos se dejan en manos de las autoridades legales y las acusaciones falsas deben ser castigadas severamente.[102] Se ha dicho que estos requisitos procesales legales fueron instituidos para proteger a las mujeres de la difamación y las acusaciones falsas. Se requieren cuatro testigos de buen carácter para la condena, que hayan estado presentes en ese momento y visto el hecho, y puesto que lo hubieron visto no eran de buena conducta moral, pues estaban mirando a adultos desnudos; por lo tanto, nadie puede ser condenado por adulterio a menos que ambos acusados también estén de acuerdo y den su confesión bajo juramento cuatro veces.[103]
Según un hadiz atribuido a Mahoma, una persona soltera que comete adulterio o fornicación debe ser castigada con 100 azotes, mientras que una persona casada será lapidada hasta la muerte.[62] Una encuesta realizada por el Pew Research Center encontró apoyo a la lapidación como castigo por adulterio principalmente en países árabes: era apoyada en Egipto (82% de los encuestados a favor del castigo) y Jordania (70% a favor), así como Pakistán (82% a favor), mientras que en Nigeria (56% a favor) e Indonesia (42% a favor) la opinión está más dividida, tal vez debido a tradiciones divergentes y diferentes interpretaciones de la sharía.[104]