Cuando los álamos crecen en la ribera de un río y son espontáneos, forman parte del paisaje natural. Existen además alamedas plantadas como alineaciones de árboles por el hombre, con el fin de criar árboles de interés maderero. Otras alineaciones de árboles han sido plantadas con fines constructivos para asentar terrenos inestables. De este modo platanadas sobre grandes diques servían para contener las tierras, los cuales conforman diques de las orillas de ríos, canales y lagos. De este modo se ha procedido desde el siglo XIII en los Países Bajos; o en murallas y taludes de fortificaciones militares, como se hizo en Luca, Italia. Algunas de estas alamedas de entramado de taludes, y no planificadas como recreo, pronto pasaron a ser frecuentadas espontáneamente por los hombres a consecuencia de la sombra producida por las alineaciones de árboles en los meses de calor.
Por el contrario, si el conjunto de álamos y otras variedades de árboles fueron planificados, pensados y plantados por el hombre con fines ornamentales y de recreación, forman parte de la jardinería. Con frecuencia, estos paseos o parques arbolados han sido el tipo más antiguo de jardín público y popular.[1] El sustantivo alameda se traduce al francés como "allée" o "promenade plantée", en inglés como "the mall". Ejemplos son: en Nueva York The Mall, en Central Park; y en Londres The Mall en St. James's Park. No obstante, en inglés también se denomina con el nombre "allée" y por último en alemán se le llama "allee". Siempre se refiere, al menos inicialmente, a una pequeña calle entre dos hileras, o más, de árboles. Sin embargo, con el tiempo, la pista arbolada pudo cambiar su apariencia a causa de la pérdida de los árboles; pese a ello, no se modificó su denominación, la cual ha podido permanecer congelada como topónimo del lugar.
Básicamente conocemos dos tipos de alamedas: las plantadas con frecuencia en los bordes de los caminos, sencilla alineación de árboles. Las primeras alineaciones, como simples líneas en los bordes de los caminos, comenzaron a ser plantadas en torno a las murallas de las ciudades medievales europeas, como ocurrió en la ciudad italiana de Lucca (Toscana). Otro tipo de alamedas eran las formadas por numerosas alineaciones para crear un gran espacio de sombra, en los lugares en los que se realizaban concentraciones de cualquier tipo. Los grandes espacios sombreados con álamos estaban destinados a los mercados y a ser escenario de las más diversas actividades lúdicas, entre ellas, las romerías, los bailes y el entrenamiento atlético, militar e hípico. En la jardinería centroeuropea, especialmente en Flandes y en Francia, además de en Italia, se adornaron también los caminos de acceso de las grandes villas nobiliarias y aristocráticas con alineaciones de árboles y se dispusieron como paseos principales de los jardines. Desde el siglo XVI, con el progreso de los nuevos coches de caballos fueron el escenario destinado a los placenteros paseos con los coches y carrozas. La más antigua alameda plantada, y por ello jardín, y abierta a todo el mundo, y por ello pública, que se conserva en Europa en la actualidad es la Alameda de Hércules de Sevilla (1574).[2]
Las alamedas han recibido distintos nombre en otros idiomas, como en francés: Allée, Promenade y Boulevard (de origen francés, y de origen neerlandés: Bolwerk - baluarte, y que también significa bastión, indicando que se construyeron sobre viejos bastiones convertidos en paseos públicos para peatones y coches de caballos). Ejemplo neerlandés es la fortaleza de San Juan (o Bolwerk St. Jan), hoy conocido como Bastionder, en 's-Hertogenbosch o Bolduque. En inglés alameda se traduce por: Avenue (landscape), Promenade y Mall. En alemán y en otros idiomas centroeuropeos: Allee. En polaco: Aleja. En italiano: Avenue. En sueco: Allé. En neerlandés Laan (weg). En japonés Vía Verde (林蔭道). Finalmente en ruso Аллея.
Carrera Viejapaseo del León o paseo de Santiago, de Úbeda (destruido), también llamado Alameda del Pastor; esta alameda discurría por la actual avenida de Cristo Rey (entre el Hospital de Santiago y la Carrera de Baeza) y fue construida hacia 1558.[3]
Prado Viejo, Madrid (1570) (destruido). Plantación de una arboleda longitudinal, dispuesta en una única hilera en el caso del Prado de los Recoletos Agustinos y en tres alineaciones en el de los Jerónimos, véase en el plano de Pedro Teixeira Albernaz (1656). La mejor información de este viejo jardín público y paseo puede observarse en las dos vistas propiedad del Museo Thyssen-Bornemisza: Anónimo, Paseo del Prado en la Confluencia con Carrera de San Jerónimo; y Jan van KESSEL III (atribuido) Vista de la Carrera de San Jerónimo y el Paseo del Prado con cortejo de carrozas (1686)
Prado de San Sebastián (Valladolid) (desaparecido) o Alameda de Nuestra Señora del Prado, terminaba en el monasterio de Nuestra Señora del Prado (desaparecido, ca. 1603). Conducía al monasterio jerónimo de la Virgen del Prado situada en la margen derecha del Pisuerga, a la que se pasaba por el Puente Mayor, y descrita por Pinheiro da Veiga en su crónica de 1605.[7]
Alameda del Libertador Bernardo O'Higgins de Santiago de Chile (1820). La histórica avenida de la Alameda tiene su origen de esta avenida poco después de la fundación de la ciudad de Santiago. Primero fue conocida con el nombre de la Cañada y estaba dedicada principalmente al paseo peatonal para la aristocracia de la época. Posteriormente se dedicó al paseo de coches de caballos y pasó a llamarse “Alameda de las Delicias”. Luego, con la construcción de calzadas aptas para el tránsito vehículos a motor, se llamó "Avenida Libertador Bernardo O’Higgins” aludiendo al primer jefe de Estado independiente. Hoy, a pesar de los letreros que, en las esquinas, recuerdan el nombre de Bernardo O’Higgins, es simplemente conocida como “Alameda”.
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