Algars es una población actualmente deshabitada, que forma parte del término municipal de Batea (Tierra Alta, Tarragona, Cataluña, España).
El pueblo es limítrofe con la Comunidad Autónoma de Aragón y está flanqueado por el río Algars, que en época medieval fue de mucha importancia por ser la frontera natural que separaba a los cristianos de los sarracenos.
Deshabitado, excepto algunas masías diseminadas.
En el año 1153, Algars y Batea, después de ser recuperadas a los árabes, son donadas por el rey Ramón Berenguer IV a los templarios de Miravet. Un poco más tarde, en el 1181, Alfonso II otorga una carta de poblamiento para nuevos habitantes procedentes de Zaragoza. En el año 1205 los templarios vuelven a recuperar el dominio de estas poblaciones y otorgan una nueva carta de poblamiento a 60 nuevos pobladores. En el año 1317, los hospitalarios heredaron los privilegios de los templarios. Algars formaba parte junto con Batea y Piñeres de la Castellanía de Amposta. En el año 1358 había 22 fuegos (casas o familias) en Algars y a consecuencia de las epidemias en el año 1378 se redujeron a 13. Entre el siglo XVIII y el XIX se produce en Algars un progresivo abandono del núcleo de población en favor de la vecina localidad de Batea, que paso a absorber a toda su población, quedando así Algars deshabitado.
Cada 1 de mayo la asociación juvenil ADEBA organiza una caminata al río Algars, donde se realizan diversas actividades lúdicas.