Anomalites | ||
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Anomalites fugitivus preservado en cuarzo. | ||
Taxonomía | ||
Género: | Anomalites | |
Especie: | Fugitivus | |
Anomalites es un género extinto de escarabajo de hoja brillante que contiene la especie solitaria Anomalites fugitivus. La especie se encontró conservada en cuarzo del Eoceno del centro de Francia y fue descrita por primera vez por Antonín Frič.
El único espécimen conocido fue recuperado de «cuarzo de agua dulce» (en alemán: Süßwasserquarz) extraído en Nogent-le-Rotrou[1] de Centre-Val de Loire, Francia antes de 1885.[2][3] Inicialmente, los depósitos de cuarzo solo se fecharon en general como Terciario, pero un refinamiento posterior de las estimaciones de edad ha dado una edad en el Priaboniano del Eoceno.[4]
El único fósil conocido de Anomalites fugitivus fue descubierto por primera vez por V. Spigl, un trabajador de la fábrica de piedra de molino de Praga propiedad de Gabrial Zizka.[2] Durante el proceso de tallado, Spigl encontró una pequeña bolsa en el cuarzo de agua dulce con el reemplazo del escarabajo fundido en cuarzo conservado en su interior. El escarabajo y la cavidad se guardaron y se los mostraron a Zizka, quien a su vez los confió al paleontólogo checo Antonín Frič para que los examinara. Frič presentó el espécimen en una charla el 7 de marzo de 1884 y luego como artículo impreso por la Real Sociedad Bohemia de Ciencias en 1885.[2] Basándose en los caracteres limitados presentes y visibles a través de la capa exterior de cuarzo, consideró que el escarabajo era similar al género moderno Anomala y le dio el nuevo nombre de género Anomalites en reflejo de eso. Acuñó el epíteto de especie fugitivus como referencia al descubrimiento de fósiles tan lejos de su lugar de origen.[2]
Frič envió ilustraciones del espécimen al destacado paleontólogo francés Jean Albert Gaudry preguntándole si se conocía algún otro fósil como este en los cuarzos de agua dulce. Gaudry, a su vez, interrogó a otros investigadores de la geología franceses. Todos los interrogados estuvieron de acuerdo en que el espécimen era único y no se conocían otros ejemplos. Por ello, y respetando la filosofía del paleontólogo Joachim Barrande de que los fósiles deberían pertenecer a su país de origen, Frič organizó el regreso del escarabajo A. fugitivus a Francia. Fue entregado al Jardín de plantas de París, sede del Museo Nacional de Historia Natural de Francia, donde se adhirió como espécimen «MNHN.F.B68850».[2]
El espécimen de Anomalites fugitivus está incompleto, le faltan las piernas y el cuerpo se conserva como un molde de cuarzo adherido a la matriz mediante una fina cresta de matriz. Frič opinaba que las carcasas de las alas encogidas indicaban que el individuo aún estaba terminando de convertirse en pupa y que la pequeña cavidad que contenía el escarabajo era un molde del propio capullo. Notó que las formas tanto del escutelo como del escudo de la cabeza son muy similares a las de los abejorros del género Anomala.[2]