Antonio Rivera Ramírez | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
27 de febrero de 1916 Riaguas de San Bartolomé (España) | |
Fallecimiento |
20 de noviembre de 1936 Toledo (España) | (20 años)|
Causa de muerte | Homicidio | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Abogado | |
Miembro de | Acción Católica | |
Antonio Rivera Ramírez (Riaguas de San Bartolomé, Segovia, España, 27 de febrero de 1916 - Toledo, España, 20 de noviembre de 1936), abogado y militante católico español, apelado El Ángel del Alcázar.[1][2]
Nació en Riaguas de San Bartolomé, el 27 de febrero de 1916. Rivera Lema, su padre, médico rural y militante de Acción Nacional durante la Segunda República, se trasladó al poco tiempo a Toledo, llevando consigo a su familia, donde sus hijos Antonio y el más pequeño José llegarían a convertirse en conocidos personajes de la ciudad, éste como sacerdote dedicado a los pobres y aquel como laico comprometido. A ellos se sumaron también Ana María y Carmen actualmente dedicada a la vida religiosa.
Antonio Rivera fue miembro de la Acción Católica y presidente de la Federación Toledana de la Federación de Estudiantes Católicos (FEC). En agosto de 1933 publicó su Manifiesto a la Juventud Católica de España, en su carácter de presidente de la Comisión Organizadora de la IV Asamblea de la Juventud Católica. Fue a Roma en el Jubileo del año santo de 1934. Una vez iniciada la Guerra Civil, el 21 de julio de 1936 se unió a los sublevados en el Alcázar de Toledo, donde participó en acciones militares y alentó a los combatientes. Resultó muerto por heridas de guerra el 20 de noviembre.
Su beatificación fue solicitada a la Santa Sede. En Toledo lo recuerda una escultura de Juan de Ávalos, y en Barcelona, en el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús del Tibidabo, una vidriera. Hay escritos varios libros que relatan los hechos de Antonio Rivera en su lucha en Toledo.[3]