Antracita | ||
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Muestra de antracita de una mina de carbón en Asturias, España | ||
Tipo | Roca metamórfica | |
Protolito | Otros carbones | |
Color | Negro, gris acero[1] | |
La antracita (del griego ἄνθραξ [ánthrax] 'carbón' e -ita, sufijo usado para nombrar minerales) es el carbón mineral más metamorfizado, el que presenta mayor contenido en carbono.[2] Es de color negro a gris acero con un lustre brillante.[2][1]
Estando seca y sin contar cenizas la masa de la antracita posee 86 % o más de carbono y 14 % o menos de volátiles.[2] Comparado con otros carbones es poco contaminante y de alto valor calorífico (~35 MJ/kg).[2][3] Cabe destacar que no difiere mucho en cuanto a calorías con la mayoría de los carbones bituminosos (hullas).[2] Comparado con estos últimos carbones la antracita no mancha al ser manipulada.[2] También destaca sobre otros carbones por su bajo contenido de humedad.[4]
Se suele hallar en zonas de deformación geológica aunque su formación más que a la deformación se debe al calor de fuertes gradientes geotermales o intrusiones ígneas. Las temperaturas requeridas para formar antracita son de 170 a 250 °C, lo cual supera a las temperaturas alcanzadas en las profundidades de la mayoría de las cuencas sedimentarias.[2]
La roca constituye alrededor de un 1% de las reservas mundiales de carbón mineral.[4] Se puede hallar en varios países incluyendo el oriente de Canadá y de EE. UU., Sudáfrica, China, Australia y Colombia.[2][5] En este último país yacen «semiantracitas y antracitas para usos industriales» en sus partes centrales y orientales.[5] En la actualidad China es el mayor productor de antracita siendo responsable de la extracción de más de tres cuartos del total global.[6]
La antracita es difícil de prender, se quema lento y requiere mucho oxígeno para su combustión generando en el proceso muy pocas llamas (y de color azul pálido) pero emitiendo mucho calor.[2][7]
Antiguamente se usaba en plantas de centrales termoeléctricas así como en hogares.[7] Su uso en hogares posee las ventajas de producir poco polvo al manipularse, quemarse lento y producir poco humo.[2] Debido a su alto coste y relativa escasez ha sido desplazado por el gas natural y la electricidad en su uso para la calefacción.[2] La antracita apenas contiene materias volátiles, por lo que no puede hinchar y por lo tanto no se puede obtener coque a partir ella. Se deben usar hullas subituminosas para producir coque, pero en ningún caso antracita.