Arearea | ||
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Año | 1892 | |
Autor | Paul Gauguin | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Estilo | Expresionismo | |
Tamaño | 75 cm × 94 cm | |
Localización | Museo de Orsay, París, Francia | |
Arearea es una obra pintada por el francés Paul Gauguin, en 1892, durante su estancia en Tahití. También se conoce informalmente como «El perro rojo». Desde 1961 está el Museo de Orsay de París.[1] Se conoce por la referencia núm. 469 del catálogo de Wildenstein.
La corriente artística al que representa es el expresionismo. La obra recupera el concepto de la sinestesia, un recurso que intenta fusionar pintura y música. Además de la función decorativa se trata de activar los sentidos equiparando el ritmo de formas y colores con el sonido o el movimiento. La mujer que toca la flauta y las figuras del fondo que danzan refuerzan la asociación con la música.
En una entrevista publicada en el Écho de Paris, en 1895, el periodista pregunta a Gauguin por qué pinta perros rojos y ríos naranja. El pintor explica que son formas y colores intencionados. No pretende representar nada real sino crear una armonía de colores y líneas que sugieran sensaciones de la misma manera que lo hace la música.
La palabra arearea es tahitiana (en tahitiano normalizado 'ārearea) y quiere decir pasatiempo, diversión o entretenimiento alegre y gozoso. En el cuadro se observa en primer plano un perro y una pareja de mujeres, una tocando una especie de flauta y otra escuchando. La mujer que escucha es la figura central de la escena, nos introduce totalmente en ella mediante su mirada, al tiempo que con la inclinación del rostro nos invita a escuchar la música que hace su compañera; esta misma música es la que nos trasporta hasta el fondo de la escena, donde vemos otras tres personas bailando ante un ídolo. Es una escena que refleja el carácter primitivo de Tahití, justamente lo que buscaba Gauguin cuando "huye" de París. Este primitivismo también viene dado por otros factores: el rostro de la pareja que se encuentra sentada, el paisaje tropical de colores saturados, el tótem que se encuentra en el fondo de la obra, los vestidos con simples pareos y finalmente, el instrumento que toca la mujer de la izquierda que está en primer plano, que es una flauta típica de Tahití.
Gauguin volvió a pintar un perro rojo en Pastorales tahitianos (1892). Durante su primera estancia en Tahití tenía un perro que llamaba «Pego», la pronunciación francesa de P. Gau.