El arte en Venezuela se remonta a los conjuntos de pueblos aborígenes (los caribes) que poblaron el norte de Colombia, el noreste de Venezuela y las Antillas Menores. Las influencias de la cultura autóctona, la cultura africana traída por los esclavos y finalmente la cultura de España aportada por los conquistadores determinaría el arte venezolano desde el siglo XVI hasta el siglo XX.
Los primeros indicios del arte venezolano provienen de cerámicas y esculturas indígenas, (algunas datadas de hace 2.000 años) donde se representan vasijas y figuras antropomorfas. El origen de la pintura venezolana se registra hacia finales del período colonial llegando a su apogeo con la llegada del arte moderno.
En esta época el arte se correspondía a los variados grupos de indígenas que poblaban el territorio venezolano. Cada etnia tenía distinta procedencia y poseían creencias, ritos y formas de vida diferentes. Las dos agrupaciones más importantes fueron:
Las expresiones plásticas de los grupos indígenas estaban vinculadas a su propia cultura, por lo cual cada una es distinta a las demás y poseen distinto contenido funcional, práctico, mágico, religioso, ideológico, simbólico, ceremonial o festivo.
Se origina la escultura en Venezuela, con la influencia de la época colonial y la influencia de la religión católica. La tendencia de la escultura, representada por imágenes religiosas de ríos y playas y posos cambiada por esculturas representando a los Próceres de la Independencia.
“La Cueva del Elefante Volador” en el Edo. Bolívar, “La Cueva de la Virgen” en el Edo. Aragua
La pintura venezolana no surge hasta mediados del siglo XVI. De este siglo no ha sobrevivido prácticamente ninguna obra.
Según una investigación de Alfredo Boulton sobre los archivos de testamentarias existían entre los Siglos XVI y XVII alrededor de 3.606 obras en el país; aunque más de la mitad se han perdido.
En el siglo XVII, se rescatan nombres de tres pintores: Tomás de Cocar, Juan Agustín Riera y Pedro de la Peña. Se considera que el terremoto de 1641, en Caracas, provocó el desarrollo de la pintura, ya que fueron necesarias las reconstrucciones y comienza la aparición de obras anónimas inspiradas en el arte español y mexicano.
Sorprende que amén de los temas religiosos, aparezcan otros, laicos o de historia antigua. Así, entre muchas obras anónimas, y un primer grupo de pintores, llega a Juan de Villegas. En este siglo escasean los retratos.
En este siglo, el material de imágenes impresas (europeas y mexicanas) fue abundante. La pintura tuvo entonces un verdadero auge y en las obras se notan las huellas seguidas por los artistas: Murillo, Tibaldi, Herrera o Valdés. No existió, salvo algún caso, la pintura mural.
Don José de Oviedo y Baños, aparecen un buen número de pinturas. En la primera mitad del siglo XVIII se encuentran retratos anónimos y aparece el primer pintor de categoría, Francisco José de Lerma y Villegas, de dibujo duro, pero interesante, con influencias flamencas y sevillanas. Otro pintor José Surita, no alcanza la calidad del anterior. Ya en la segunda mitad del siglo XVIII surgen otros artistas con obras conocidas, como Juan Pedro López, nacido en Caracas en 1724, cuyo estilo es murillesco y sevillano en general. Después la "Escuela de los Landaeta", en la que queda incluido un grupo de pintores, además de aquellos cuyo nombre es distintivo. Entre obras anónimas que tienen singular encanto para el gusto actual, la historia culmina con José Lorenzo de Alvarado.
A raíz de la Guerra de Independencia (1810-1824), se inicia en la pintura venezolana, la ruptura con el estilo colonial y dando paso al género histórico. La mayor parte de estas obras reflejan escenas bélicas y retratos de los héroes civiles y militares de la época. Su representante más emblemático fue Juan Lovera (1778-1841), quien cambió el estilo religioso por el arte histórico, convirtiéndose de esta forma, en el primer pintor del período republicano.
Nacido en 1776, su obra se vio influenciada por el contexto sociopolítico de Venezuela. Los súbitos cambios históricos, la situación precaria de la enseñanza artística, la miseria, las catástrofes naturales y las guerras, determinaron el desarrollo pictórico de inicios del siglo XIX.
En 1795 aproximadamente, inicia como aprendiz del pintor colonial Antonio José Landaeta y fue autor de importantes retratos de ciudadanos notables como José Antonio Páez, Cristóbal Mendoza, Juan de la Madriz, Simón Bolívar o José María Vargas. Su dos obras más importantes son "El tumulto del 19 de abril de 1810" (1834) y "La firma del Acta de Independencia - 5 de julio de 1811" (1838).
Su obra nunca contó con los medios indispensables para obtener los resultados artísticos que se requieren. En Venezuela no existía para aquel entonces una institucionalidad de formación, ni protección ni patronazgo. Su abierta disposición ante el desarrollo del arte lo llevó a la búsqueda del detalle e intentos de avances para una perspectiva más realista. A final de su vida se dedicó a a la enseñanza artística y a pesar de que no tuvo mucho que ofrecer técnicamente hablando, pues mal dominaba su oficio en términos académicos y formales, su entusiasmo y su respeto hacia el oficio de pintor resulten rescatables.
Esta es fue lista en orden cronológico de los artistas venezolanos más importantes (Nacidos en Venezuela o cuya obra fue desarrollada en el país)