Atlantes (griego: Ἄτλαντες) es el nombre de un pueblo líbico mencionado por Heródoto en el siglo V a. C.[1]
Según el historiador griego, habitaban en el norte de África, próximos al monte Atlas del cual tomaban su nombre.[2] En el mismo pasaje añade que denominan al Atlas; "pilar de los cielos" y describe a la montaña como "...estrecha y totalmente circular; y tan sumamente elevada que ... sus cumbres nunca pueden divisarse pues nunca ... la abandonan las nubes".[3][4] Los atlantes no matan ninguna criatura viviente y sueñan sin sueños.[3] En todos los manuscritos herodoteanos se menciona previamente otro pueblo del mismo nombre, de quienes se dice que "maldicen al sol" y carecen de nombres propios,[5] pero hay acuerdo entre los comentaristas, desde Salmasio quien se basa en la Acaica de Rhiano, que la lectura correcta de este pueblo debe ser Atarantes (Ἀτάραντες)[6] No hay otra alusión a este pueblo en la Historia; quienes son el último elemento de un elenco, de estilo rapsódico según François Hartog, que enumera los habitantes de Libia de este a oeste.[7]
Diodoro Sículo les dedica varios párrafos en su libro tercero de la Biblioteca .[8] En ese pasaje se dice que son los más civilizados del norte de África, que moran en grandes ciudades y que entre ellos, al borde del Océano, nacieron los dioses.[9] Una de sus ciudades era Cerne, también mencionada en el Periplo de Hannón,[10] la cual fue tomada por Mirina, reina de las Amazonas, en combate con estos atlantes. Firmada la paz, la ciudad fue reconstruida por ambos pueblos quienes luego se enfrentaron a los gorgones.[11]
Refiere Diodoro que la mitología de los atlantes no difiere demasiado de la griega y la interpreta de manera evemerista; su primer rey fue Urano, un sabio astrónomo, de quien deriva el nombre del cielo (Οὐρανός). Los hijos de Urano fueron cuarenta y cinco, de los cuales dieciocho eran los Titanes; entre ellos se contaban Cronos y Atlas, quienes se repartieron las tierras. Atlas reinó en las comarcas occidentales y por sus conocimientos astronómicos se dijo que "soportaba el cielo sobre sus hombros".[12] Atlas dio su nombre al pueblo y a la montaña; su hijo fue Héspero, también astrónomo, quien fue arrebatado por los vientos de la cima del monte Atlas y, desde entonces, divinizado como el Lucero. las hijas de Atlas, o Atlántidas, fueron progenitoras de dioses y héroes; después de su muerte tuvieron su apoteosis transformándose en las Pléyades.[13] El relato de Diodoro se cierra con la historia de Cronos, presentado como un rey codicioso e impío, y su hijo Zeus quien fue un soberano honorable y amistoso, considerado tras su muerte como el mayor de los dioses.[14]
Ningún autor antiguo relaciona a estos pueblos con el mito platónico de la Atlántida, si bien modernamente se los ha identificado como descendientes de esta supuesta civilización. Al respecto, Pierre Vidal-Naquet, invierte la ecuación y sostiene que Platón se ha inspirado en el nombre de este pueblo líbico, mencionado por Heródoto, para denominar a la isla ficticia que aparece en sus diálogos Timeo y Critias[15]