Un bacterioma es un órgano especializado, que se encuentra principalmente en los insectos, que alberga bacterias endosimbióticas. Los bacteriomas contienen células especializadas, llamadas bacteriocitos, que proporcionan nutrientes y refugio a las bacterias mientras protegen al animal huésped. A cambio, las bacterias proporcionan elementos esenciales como vitaminas y aminoácidos al insecto huésped. Los bacteriomas también protegen a las bacterias del sistema inmunitario del huésped, ya que los insectos secretan péptidos antimicrobianos como la coleoptericina secretada por los gorgojos para mantener las bacterias dentro del bacterioma.[1]
Algunos insectos albergan más de una especie de bacteria.[2] En las cochinillas acorazadas, los bacteriomas tienen propiedades genéticas y sexuales únicas. Por ejemplo, tienen cinco copias de cada cromosoma, incluidas dos copias del genoma completo de la madre.[3]