La Bank Charter Act, también conocida como Ley bancaria de Peel, fue una norma aprobada por el Parlamento británico en 1844, con Robert Peel como primer ministro, que restringía la capacidad de emisión de billetes de los bancos privados y establecía un cuasimonopolio en favor del Banco de Inglaterra.[1]
Hasta la aprobación de esta ley a mediados del siglo XIX, los bancos comerciales del Reino Unido e Irlanda podían emitir, con la debida autorización, sus propios billetes y pagarés emitidos por entidades bancarias de ámbito normalmente provincial. La ley estuvo precedida de una amplia y enconada polémica desarrollada en los años anteriores sobre la necesidad de regular la emisión de papel moneda por las entidades bancarias.
El Gobierno británico, encabezado por su Primer ministro Robert Peel, optó por regular de forma estricta la emisión de papel moneda, separándose de las propuestas más liberales que eran favorables a dejar mayor ámbito al libre mercado.[2]
Es ilustrativo también mencionar la evolución del importe de billetes emitidos por el Banco de Inglaterra, que en 1833, once años antes de la Ley, representaban el 64,9% del importe total de billetes en circulación luego en 1860 subió al 76,7% y en 1910 llegó al 99,3%.[2]
Las principales disposiciones de esta Ley fueron:[1]