El banquete de las castañas, también llamado ballet de las castañas, fue una fiesta celebrada en Roma, una orgía que se llevó a cabo el 30 de octubre de 1501 en el Palacio Apostólico Vaticano. Fue organizado por César Borgia y contó con la presencia de su padre, el Papa Alejandro VI, y su hermana Lucrecia Borgia. El único relato contemporáneo de los hechos se conserva en un diario en latín, el Liber Notarum, escrito por el secretario apostólico y maestro de ceremonias Johannes Burchard.
Según Burchard:
In sero fecerunt cenam cum duce Valentinense in camera sua, in palatio apostolico, quinquaginta meretrices honeste, cortegiane nuncupate, que post cenam coreaverunt cum servitoribus et allis ibidem existentibus, primo in vestibus suis, deinde nude. Post cenam posita fuerunt candelabra communia mense in candelis ardentibus per terram, et projecta ante candelabra per terram castanee, quas meretrices ipse super manibus et pedibus, nude, candelabra pertranseuntes, colligebant, papa, duce et d. Lucretia sorore sua presentibus et aspicientibus. Tandem exposita dona ultima, diploides de serico, paria caligarum, bireta et alia pro illis qui pluries dictas meretrices carnaliter agnoscerent; que fuerunt ibidem in aula publice carnaliter tractate arbitrio presentium, dona distributa victoribus.Por la tarde hicieron un banquete con el duque Valentino en su cámara, en el palacio apostólico, cincuenta meretrices honestas, llamadas cortesanas, que después de la cena bailaron con los sirvientes y con otros asistentes, primero con sus ropas, después desnudas. Después de la cena se pusieron en el suelo los candelabros de las mesas con las velas ardiendo, y se esparcieron castañas, que las meretrices tomaban, gateando desnudas sobre sus manos y pies, el papa, el duque y su hermana doña Lucrecia presentes y mirando. Finalmente, se anunciaron premios como túnicas de seda, pares de zapatos, birretas y otras cosas, para los que más veces pudieran conocer carnalmente a las meretrices.Johannes Burchard.[1]
Alexander Lee señala que el llamado "Banquete de las castañas" está, por ejemplo, solo atestiguado en las memorias de Burchard, y no solo es intrínsecamente inverosímil, sino que fue rechazado como tal por muchos contemporáneos.
El investigador del Vaticano, reverendo monseñor Peter de Roo (1839–1926), rechazó la historia de las cortesanas descrita por Buchard; sin embargo, no descartó que César Borgia hubiera dado una fiesta en el Vaticano. El investigador también refuta la idea de que los Borgia, especialmente el Papa Alejandro VI, hayan participado en aquel banquete debido a que:
De Roo cree que la explicación más probable para la supuesta orgía es que se tratase de una interpolación posterior de eventos por parte de agentes hostiles a Alejandro, encargados de extender una leyenda negra sobre los Borgia para desacreditarlos y que duraría siglos. Explica que los enemigos de los Borgia probablemente se basaron en escritores ligeramente posteriores al evento. Thuasne y Francesco Matarazzo que cuentan que César dio una fiesta en el palacio vaticano con la asistencia de caballeros y cortesanas que rieron, cenaron y bailaron. En ningún momento se menciona la presencia del papa o de Lucrecia o algún exceso sexual. El término cortesanas se refería exclusivamente a damas nobles que servían o residían en la corte, y solo desde el siglo XVIII adoptaría otro significado aparte, para aludir a las prostitutas de lujo.