Se conoce comúnmente como berrea o brama al periodo de celo del ciervo rojo, debido al sonido gutural que emiten los machos.[1]
Este período se inicia a comienzos del otoño boreal, normalmente a finales de septiembre.[2] Los machos se encuentran en su máximo esplendor al comenzar la temporada, e intentan adueñarse de un territorio.[2]
Las demostraciones de poder de los machos incluyen los berreos y luchas rituales, en las que utilizan su cornamenta. Los territorios preferidos son aquellos en los que las hembras deban beber o alimentarse. Los machos ganadores reúnen harenes de hasta 50 hembras.[1] Normalmente después de un par de intentos, el macho monta a la hembra por breves momentos en el coito. De no haber fecundación, la hembra vuelve a ovular al cabo de unos 18 días. La gestación dura unos 235 días, tras la cual nace un único cervatillo.[1] Las astas, la principal arma del macho, caen en marzo, y vuelven a crecer, proceso que se repite anualmente[2] y se identifica con un estímulo de la reproducción.
La berrea es un atractivo turístico, y se organizan viajes en las fechas en que esta ocurre.[3] Algunos de los lugares más conocidos de España para presenciar la berrea son la Sierra de la Culebra (Zamora),[4] Montaña Palentina (Palencia),[5] Monfragüe, Saja-Besaya (Cantabria), Cijara (Extremadura), Los Alcornocales (Cádiz) , Cabañeros (Ciudad Real),[6]Montes Universales en la Sierra de Albarracín (Teruel) [7]