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Células progenitoras hematopoyéticas (CPH) son células madre multipotentes responsables de la producción de todas las células sanguíneas en el organismo a través de un proceso conocido como hematopoyesis. Estas células residen principalmente en la médula ósea y tienen la capacidad de diferenciarse en diversos linajes celulares, incluyendo glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Las **células progenitoras hematopoyéticas** (CPH) se clasifican según su capacidad de diferenciación y autorrenovación, lo que determina su papel en la formación y mantenimiento del sistema sanguíneo. Estas células forman una jerarquía que va desde las más primitivas hasta las más diferenciadas.
Las HSC son la forma más primitiva de células progenitoras y poseen dos características fundamentales:
- **Pluripotencialidad:** Capacidad de diferenciarse en todos los linajes celulares sanguíneos, incluyendo células mieloides y linfoides. - **Autorenovación:** Capacidad de replicarse indefinidamente para mantener el pool de células madre a lo largo de la vida.
Estas células son esenciales para la **hematopoyesis a largo plazo** y se localizan principalmente en la médula ósea en adultos, aunque también pueden encontrarse en la sangre periférica y el cordón umbilical en ciertos contextos clínicos.
A medida que las HSC se diferencian, pierden su capacidad de autorrenovación ilimitada y se convierten en progenitores comprometidos. Estas células tienen un potencial de diferenciación más restringido y están destinadas a convertirse en tipos celulares específicos.
Progenitores mieloides comunes (CMP):
Eritrocitos (glóbulos rojos): Responsables del transporte de oxígeno. Plaquetas: Involucradas en la coagulación sanguínea. Granulocitos: Incluyen neutrófilos, eosinófilos y basófilos, que forman parte de la respuesta inmune innata. Monocitos: Pueden diferenciarse en macrófagos y células dendríticas, esenciales para la fagocitosis y la presentación de antígenos.
Progenitores linfoides comunes (CLP):
Linfocitos T: Encargados de la respuesta inmune celular. Linfocitos B: Productores de anticuerpos, esenciales para la respuesta inmune humoral. Células natural killer (NK): Especializadas en la destrucción de células infectadas o cancerosas sin necesidad de sensibilización previa.
La hematopoyesis es el proceso mediante el cual las CPH se diferencian y maduran en células sanguíneas funcionales. Este proceso está regulado por una red compleja de señales moleculares y factores de crecimiento, como las citoquinas y las interleucinas. La hematopoyesis ocurre principalmente en la médula ósea, aunque durante el desarrollo fetal se lleva a cabo en el hígado y el bazo.
Las células progenitoras hematopoyéticas tienen aplicaciones terapéuticas fundamentales, especialmente en el contexto de los trasplantes de médula ósea y la terapia celular. Se utilizan en el tratamiento de diversas enfermedades hematológicas, como:
El trasplante de CPH puede ser **autólogo** (utilizando células del propio paciente) o **alogénico** (utilizando células de un donante compatible). Además, las CPH recolectadas de la sangre del cordón umbilical también son una fuente valiosa para trasplantes.
Existen varios métodos para la obtención de células progenitoras hematopoyéticas:
Aspirado de médula ósea: Las células se extraen directamente de la médula ósea, generalmente de la cresta ilíaca.
Aféresis de sangre periférica: Tras la movilización de las CPH hacia la sangre periférica mediante agentes como el factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF), las células se recolectan utilizando una máquina de aféresis.
Sangre del cordón umbilical: Las CPH se recolectan del cordón umbilical tras el nacimiento.
La **movilización de células progenitoras hematopoyéticas** es un proceso mediante el cual estas células son inducidas a salir de la médula ósea hacia la sangre periférica, facilitando su recolección para procedimientos de trasplante o terapia celular. Los factores que afectan la movilización incluyen el estado de salud del paciente, la administración de fármacos movilizadores y características individuales como el índice de masa corporal (IMC).
Además de los trasplantes, las CPH están siendo investigadas en el campo de la medicina regenerativa y las terapias génicas. Los avances en la edición genética, como el uso de la tecnología CRISPR-Cas9, han abierto nuevas posibilidades para la corrección de enfermedades genéticas hereditarias mediante la modificación de CPH.