El cancel (del latín cancellus, plural, cancelli, "verja", "celosía", "reja") es un elemento arquitectónico de protección y separación. Hay varios tipos: el que se construye en la parte interior de las puertas de acceso a las iglesias, formando un gran armazón de madera con el que se impide la entrada del viento, los ruidos, etc.; suele estar compuesto por tres paneles y un techo, los laterales son más pequeños y sirven de accesos dándole al conjunto una función similar a la de una contrapuerta.[1]
Otro modelo de cancel, también habitual en los recintos eclesiásticos, es el armazón vertical, con apariencia de gran armario, usado como separación en determinadas habitaciones. Esta especie de mampara o biombo puede estar construida en madera, metal u otros materiales.[2]
Un tercer modelo, más concreto, es el "cancel del presbiterio", cerca de poca altura que en una iglesia separa el presbiterio de la nave.[3]
De común raíz lingüística, la cancela, en el recinto que limitaba el coro y el santuario, funciona como antepecho o pretil de seguridad, a modo de barandilla. Tiene su precedente, como elemento de división de nave y coro, en las cancelas prerrománicas, tableros o paneles de piedra o mármol adornados con bajorrelieves que se apoyaban en las columnas de la nave.
En la Antigua Roma, las cancelli se empleaban para compartimentar o dividir espacios en sus tribunales de justicia.[4]