El canto es la emisión controlada de sonidos del aparato fonador humano (voz), siguiendo una composición musical. El canto también ocupa un lugar importante dentro de la música, ya que permite incorporar texto a la obra. (Y también puede darse sin texto, sólo vocalizando como un instrumento).
Hay diferentes técnicas de canto que se aplican según el estilo musical del cual se trate. En la ópera, cuya base proviene del lema «recitar cantando», se aplica la técnica del canto lírico (el bel canto se refiere al estilo romántico propio de la ópera italiana, de 1800-1900), mientras que en el canto popular la pauta es lograr un sonido semejante al de la voz hablada.
Entre las diferentes técnicas vocales destacan las técnicas italiana, alemana, norteamericana e inglesa.
La formación de cantantes en un conservatorio, es una sub-especialización de la carrera de música, y requiere alrededor de diez años. Para estudiar canto de forma académica, al igual que cualquier otra carrera universitaria, es indispensable un examen de admisión, además de un diagnóstico vocal y el examen de aptitudes musicales. Una forma alternativa de estudiar canto de forma semi- académica es la práctica coral, ya que existen convocatorias para coros "amateur" donde no es necesario el estudio formal del solfeo.
En música popular, el cantante se formaba inicialmente a través de la experiencia práctica. Sin embargo, en la actualidad varias escuelas de música y universidades de todo el mundo ofrecen programas especializados en jazz y en música popular. En las últimas décadas, varios autores han publicado libros donde exponen conocimientos de técnica vocal aplicada a la música popular, así como también existen distintos entrenadores o profesores que se dedican a instruir cantantes específicamente en el canto y/o la música popular.
La laringe, comúnmente llamada garganta, fue el primer instrumento musical del que hizo uso la humanidad. Las antiguas culturas habían descubierto este instrumento y creían que el canto y la música habían sido creados por los dioses. El arte del canto fue desarrollado por todos los pueblos.
En Babilonia, había grandes agrupaciones de cantores disciplinados desde el punto de vista musical. La música era voluptuosa, artículo de lujo para fiestas, poco digna para sacerdotes y rezos.
Existen diferentes estilos de canto. Pueden clasificarse en dos grandes categorías: el canto lírico y el canto popular.[cita requerida]
Los géneros incluyen el folk, góspel, rock, pop, hip hop, jazz, soul y rhythm and blues, Reggae.[cita requerida]
En el canto lírico —ópera, oratorio, Lied—, las voces se clasifican de acuerdo con su extensión y color, básicamente según su tesitura (rango de notas en el que el cantante se siente más "cómodo"). A continuación se describirán los tipos de voces más frecuentes en hombres y mujeres:
Además de los tipos de voces masculinas antes descritos, existen unas que dependen de factores como la manipulación fisiológica (castración) o el entrenamiento parcial del registro de falsete:
Se denomina "voz blanca" la voz de los prepúberes o el uso de la voz sin vibrato.[cita requerida]
La pedagogía vocal es el estudio de la enseñanza del canto. El arte y la ciencia de la pedagogía vocal tienen una larga historia que comenzó en la Antigua Grecia[1] y continúa desarrollándose y cambiando en la actualidad. Las profesiones que practican el arte y la ciencia de la pedagogía vocal incluyen el entrenamiento de la voz, la dirección coral, la educación musical, la directores de ópera y muchas otras formas de enseñanza del canto.
Los conceptos de pedagogía vocal forman parte del desarrollo de una técnica vocal adecuada. Suele incluir el estudio de los siguientes temas:[2][3]
Cuando se realiza con una técnica vocal adecuada, el canto es un acto integrado y coordinado que coordina eficazmente muchos procesos físicos. Hay cuatro procesos físicos que intervienen en la producción del sonido vocal: respiración, fonación, resonación y articulación. Estos procesos ocurren en la siguiente secuencia:
Aunque estos cuatro procesos suelen considerarse por separado cuando se estudian, en la práctica real se funden en una función coordinada. En el caso de un cantante u orador eficaz, rara vez hay que recordar el proceso en cuestión, ya que su mente y su cuerpo están tan coordinados que sólo se percibe la función unificada resultante. Muchos problemas vocales son el resultado de una falta de coordinación dentro de este proceso.[4]
Dado que el canto es un acto coordinado, es difícil discutir cualquiera de las áreas y procesos técnicos individuales sin relacionarlos con otros. Por ejemplo, la fonación sólo entra en perspectiva cuando se conecta con la respiración; los articuladores afectan a la resonancia; los resonadores afectan a las cuerdas vocales; las cuerdas vocales afectan al control de la respiración; y así sucesivamente. Los problemas vocales suelen ser el resultado de un fallo en una de las partes de este proceso coordinado, lo que hace que los profesores de canto se centren con frecuencia de forma intensiva en un área del proceso con su alumno hasta que se resuelva ese problema. Sin embargo, algunas áreas del arte del canto son en gran medida el resultado de funciones coordinadas que es difícil discutirlas bajo un título tradicional como la fonación, la resonancia, la articulación o la respiración.
Una vez que el estudiante de canto ha tomado conciencia de los procesos físicos que componen el acto de cantar y de cómo funcionan esos procesos, comienza la tarea de intentar coordinarlos. Inevitablemente, los estudiantes y los profesores se preocuparán más por un área de la técnica que por otra. Los distintos procesos pueden progresar a ritmos diferentes, con el consiguiente desequilibrio o falta de coordinación. Las áreas de la técnica vocal que parecen depender en mayor medida de la capacidad del alumno para coordinar varias funciones son:[5]
El canto es una habilidad que requiere reflejos musculares muy desarrollados. El canto no requiere mucha fuerza muscular, pero sí un alto grado de coordinación muscular. Las personas pueden desarrollar más su voz mediante la práctica cuidadosa y sistemática tanto de canciones como de ejercicios vocales. Los ejercicios vocales tienen varios propósitos, entre ellos[5] calentar la voz; ampliar el rango vocal; "alinear" la voz horizontal y verticalmente; y adquirir técnicas vocales como el legato, el staccato, el control de las dinámicas, las figuraciones rápidas, aprender a cantar cómodamente intervalos amplios, cantar trinos, cantar melismas y corregir fallos vocales.
Los pedagogos vocales instruyen a sus alumnos para que ejerciten sus voces de forma inteligente. Los cantantes deben pensar constantemente en el tipo de sonido que emiten y en el tipo de sensaciones que sienten mientras cantan.[4]
Aprender a cantar es una actividad que se beneficia de la participación de un instructor. Un cantante no oye dentro de su cabeza los mismos sonidos que los demás oyen fuera. Por lo tanto, tener un guía que pueda decirle a un estudiante qué tipos de sonidos está produciendo guía a un cantante a entender cuáles de los sonidos internos corresponden a los sonidos deseados requeridos por el estilo de canto que el estudiante pretende recrear.
Un objetivo importante del desarrollo vocal es aprender a cantar hasta los límites naturales[7] del propio rango vocal sin que se produzcan cambios evidentes o que distraigan la calidad o la técnica. Los pedagogos vocales enseñan que un cantante sólo puede alcanzar este objetivo cuando todos los procesos físicos que intervienen en el canto (como la acción laríngea, el apoyo a la respiración, el ajuste de la resonancia y el movimiento articulatorio) funcionan eficazmente. La mayoría de los pedagogos vocales creen en la coordinación de estos procesos mediante (1) el establecimiento de buenos hábitos vocales en la tesitura más cómoda de la voz, y luego (2) la ampliación lenta del rango.[8]
Hay tres factores que afectan significativamente a la capacidad de cantar más alto o más bajo:
McKinney dice: "Estos tres factores pueden expresarse en tres reglas básicas: (1) A medida que cantas más alto, debes usar más energía; a medida que cantas más bajo, debes usar menos. (2) Al cantar más alto, debes utilizar más espacio; al cantar más bajo, debes utilizar menos. (3) Cuando cantas más alto, debes usar más profundidad; cuando cantas más bajo, debes usar menos."[5]
El proceso de canto funciona mejor cuando se dan ciertas condiciones físicas del cuerpo. La capacidad de mover el aire dentro y fuera del cuerpo libremente y de obtener la cantidad de aire necesaria puede verse seriamente afectada por la postura de las distintas partes del mecanismo respiratorio. Una posición torácica hundida limitará la capacidad de los pulmones, y una pared abdominal tensa inhibirá el recorrido hacia abajo del diafragma. Una buena postura permite que el mecanismo respiratorio cumpla con su función básica de manera eficiente sin ningún gasto indebido de energía. Una buena postura también facilita el inicio de la fonación y la afinación de los resonadores, ya que una alineación adecuada evita tensiones innecesarias en el cuerpo. Los pedagogos vocales también han observado que cuando los cantantes adoptan una buena postura, a menudo les proporciona una mayor sensación de seguridad en sí mismos y aplomo durante la interpretación. El público también tiende a responder mejor a los cantantes con una buena postura. Una buena postura habitual también mejora, en última instancia, la salud general del cuerpo al permitir una mejor circulación de la sangre y prevenir la fatiga y el estrés en el cuerpo.[8]
Hay ocho componentes de la postura ideal para cantar:
La respiración natural tiene tres etapas: un periodo de inspiración, un periodo de espiración y un periodo de descanso o recuperación; estas etapas no suelen controlarse conscientemente. Dentro del canto, hay cuatro etapas de la respiración: un periodo de inspiración (inhalación); un periodo de control de la puesta en marcha (suspensión); un periodo de exhalación controlada (fonación) y un periodo de recuperación.
Estas etapas deben estar bajo el control consciente del cantante hasta que se conviertan en reflejos condicionados. Muchos cantantes abandonan los controles conscientes antes de que sus reflejos estén completamente condicionados, lo que finalmente conduce a problemas vocales crónicos.[9]
El vibrato es una técnica en la que una nota sostenida oscila muy rápida y consistentemente entre un tono más alto y uno más bajo, dando a la nota una ligera corchea. El vibrato es el pulso o la onda de un tono sostenido. El vibrato se produce de forma natural y es el resultado de un apoyo respiratorio adecuado y un aparato vocal relajado.[10] Algunos estudios han demostrado que el vibrato es el resultado de un temblor neuromuscular en las cuerdas vocales. En 1922 Max Schoen fue el primero en hacer la comparación del vibrato con un temblor debido al cambio en la amplitud, la falta de control automático y que es la mitad de la tasa de descarga muscular normal.[11] Algunos cantantes utilizan el vibrato como medio de expresión. Muchos artistas de éxito pueden cantar con un vibrato profundo y rico.
Las técnicas vocales extendidas incluyen el rapeo, los gritos, los gruñidos, los sobretonos, el deslizamiento. falsete, yodeling, belting, uso del registro vocal fry, uso de sistema de refuerzo de sonido, entre otros. Un sistema de refuerzo de sonido es la combinación de micrófonos, procesadores de señal, amplificadores y altavoces. La combinación de estas unidades también puede utilizar reverberación, cámaras de eco y Auto-Tune entre otros dispositivos.
El 16 de abril se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Voz, cuyo objetivo es hacer conciencia sobre las enfermedades de este instrumento y sobre su importancia en la vida diaria (comunicación).[12]