Se denomina chiripá a la manta colocada en forma de pañal y prendida con alfiler o ceñido con la faja y a veces el tirador o rastra, que utilizaron varios pueblos originarios (ranqueles, mapuches, tehuelches, guaraníes en las Misiones jesuíticas, etc.) y el gaucho hasta aproximadamente 1860 y sustituido luego por la bombacha.[1] La prenda sin costuras proporcionó una gran comodidad para cabalgar, debajo del Chiripá, los gauchos usaban un tipo pantalones blancos con flecos llamados "calzones" o calzoncillos (pantalones gauchos de botamanga cribada) y en ocasiones se usaba el Chiripá sin el calzoncillo cribado.
La etimología de la palabra chiripá tiene dos versiones. Una dice que proviene del mapudungun chiripa, que a su vez es un préstamo del quechua chiripak (de "chiri" frío y "pak" para, para el frío) y designaba inicialmente al chamal masculino mapuche. La segunda proviene de las misiones guaraníes y afirma que en lengua misionero-guaraní, chiripá significa cosa de poca monta o valor, casual, de la menor importancia. Algunos dicen que los gauchos al estar gran parte del tiempo a caballo pronto encontraban desgastados sus "leones" (pantalones) y para remedar esto se ponían un poncho que pasaba por sus entrepiernas y se sostenía mediante el cinturón o una faja a la cintura. El chiripá servía también para protegerse del frío, las espinas etc. Incluso era una suerte de ligera aunque bastante efectiva "armadura" ante los posibles ataques a los genitales con armas blancas o por parte de fieras como los hoy casi extintos, pero abundantes hasta fines del siglo XIX en plena Pampa húmeda, jaguares y pumas.