La cognición (del latín cognoscere, ‘conocer’) es la facultad de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la información. Consiste en procesos tales como el aprendizaje, el razonamiento, la atención, la memoria, la resolución de problemas, la toma de decisiones, los sentimientos. El ser humano tiene la capacidad de conocer con todos los procesos mencionados.
Sin embargo, el concepto de proceso cognitivo se aplica también a entidades artificiales, así como conscientes o inconscientes. Por tanto, el concepto ha abordado su estudio desde diferentes perspectivas, incluyendo la neurología, la pedagogía, la psicología, el psicoanálisis u otras teorías de la mente, la sociología, la filosofía, las diversas disciplinas antropológicas (antropología cultural, antropología filosófica, antropología médica…) y las ciencias de la información (inteligencia artificial, gestión del conocimiento, aprendizaje automático).
La cognición está íntimamente relacionada con conceptos abstractos tales como mente, percepción, razonamiento, inteligencia, aprendizaje y muchos otros que describen numerosas capacidades de los seres humanos y de otros animales (cognición animal). Según la teoría fuerte de la inteligencia artificial, también tendrían estas características algunas entidades no biológicas.
En psicología e informatica, el concepto se refiere a las funciones, procesos y estados mentales de agentes inteligentes, con un enfoque particular en procesos tales como comprensión, inferencia, toma de decisiones, planificación y aprendizaje. La investigación en el campo aborda capacidades de los agentes/sistemas como la abstracción, la generalización, la concreción/especialización, y el meta-razonamiento, en lo que se involucra conceptos subjetivos tales como las creencias, conocimiento, los estados mentales, y las preferencias. Es posible crear experiencias utilizando el razonamiento propio (individual), para esto es preferible abstenerse a caer en un patrón rutinario, y cambiar hábitos constantemente, de esta manera la parte de cognición del cerebro será más amplia.
El concepto de cognición es frecuentemente utilizado para significar el acto de conocer, o conocimiento, y puede ser definido, en un sentido cultural o social, como el desarrollo emergente de conocimiento dentro de un grupo, que culmina con la sinergia del pensamiento y la acción.
A pesar de que la propia palabra cognitivo se remonta al siglo XV,[1] la atención a los procesos cognitivos surgió más de dieciocho siglos antes, a partir de Aristóteles (384-322 a. C.) y su interés por el funcionamiento interno de la mente y cómo afecta a la experiencia humana. Aristóteles se centró en las áreas cognitivas relacionadas con la memoria, la percepción y las imágenes mentales. Daba gran importancia a que sus estudios se basaran en pruebas empíricas, es decir, en información científica obtenida mediante la observación y la experimentación concienzuda.[2] Dos milenios más tarde, se sentaron las bases de los conceptos modernos de cognición durante el Siglo de las Luces por pensadores como John Locke y Dugald Stewart que trataron de desarrollar un modelo de la mente en el que las ideas eran adquiridas, recordadas y manipuladas. [3]
A principios del siglo XIX se desarrollaron modelos cognitivos tanto en filosofía -especialmente por autores que escribían sobre la filosofía de la mente- como en medicina, sobre todo por médicos que buscaban entender cómo curar la locura. En Britania, estos modelos fueron estudiados en la academia por académicos como James Sully en el University College de Londres, e incluso fueron utilizados por los políticos a la hora de considerar la Elementary Education Act nacional de 1870. [4]
A medida que la psicología surgía como un floreciente campo de estudio en Europa, a la vez que ganaba adeptos en América, científicos como Wilhelm Wundt, Herman Ebbinghaus, Mary Whiton Calkins y William James ofrecerían sus aportaciones al estudio de la cognición humana.
Wilhelm Wundt (1832-1920) enfatizó la noción de lo que llamó introspección: examinar los sentimientos internos de un individuo. Con la introspección, el sujeto tenía que tener cuidado de describir sus sentimientos de la manera más objetiva posible para que Wundt encontrara la información científica.[5][6] Aunque las contribuciones de Wundt no son en absoluto mínimas, los psicólogos modernos consideran que sus métodos son demasiado subjetivos y optan por basarse en procedimientos más objetivos de experimentación para sacar conclusiones sobre el proceso cognitivo humano.
Hermann Ebbinghaus (1850-1909) realizó estudios cognitivos que examinaban principalmente la función y la capacidad de la memoria humana. Ebbinghaus desarrolló su propio experimento en el que construyó más de 2.000 sílabas a partir de palabras inexistentes (por ejemplo, "EAS"). A continuación, examinó su propia capacidad personal para aprender estas no-palabras. Eligió a propósito no-palabras en lugar de palabras reales para controlar la influencia de la experiencia preexistente en lo que las palabras podrían simbolizar, permitiendo así recordarlas más fácilmente. [5][7] Ebbinghaus observó e hipotetizó una serie de variables que podían haber afectado a su capacidad para aprender y recordar las no-palabras que creaba. Una de las razones, concluyó, era el tiempo transcurrido entre la presentación de la lista de estímulos y el recitado o recuerdo de los mismos. Ebbinghaus fue el primero en registrar y trazar una "curva de aprendizaje" y una "curva de olvido".[8] Su trabajo influyó mucho en el estudio de la posición serial y su efecto en la memoria (que se analiza más adelante).
Mary Whiton Calkins (1863-1930) fue una influyente pionera estadounidense en el campo de la psicología. Su trabajo también se centró en la capacidad de la memoria humana. Una teoría común, denominada efecto de recencia, puede atribuirse a los estudios que ella llevó a cabo.[9] El efecto de recencia, también analizado en la sección de experimentos posterior, es la tendencia de las personas a recordar con precisión los últimos elementos presentados en una secuencia de estímulos. La teoría de Calkin está estrechamente relacionada con el estudio antes mencionado y la conclusión de los experimentos de memoria realizados por Hermann Ebbinghaus.[10]
William James (1842-1910) es otra figura fundamental en la historia de la ciencia cognitiva. James estaba bastante descontento con el énfasis de Wundt en la introspección y el uso de estímulos sin sentido de Ebbinghaus. En su lugar, optó por centrarse en la experiencia del aprendizaje humano en la vida cotidiana y su importancia para el estudio de la cognición. La contribución más significativa de James al estudio y la teoría de la cognición fue su libro de texto Principios de psicología, que examina de forma preliminar aspectos de la cognición como la percepción, la memoria, el razonamiento y la atención.[10]
René Descartes (1596-1650) fue un filósofo del siglo XVII que inventó la frase "Cogito, ergo sum", que significa "Pienso, luego existo". Adoptó un enfoque filosófico para el estudio de la cognición y la mente, con sus Meditaciones quería que la gente meditara junto a él para llegar a las mismas conclusiones que él pero en su propia cognición libre.[11]
Fritjof Capra presenta en el apéndice de su libro, La trama de la vida, los seis criterios fundamentales de Gregory Bateson para el proceso mental y los compara con la teoría propuesta por Humberto Maturana:
Considera que es en los dos últimos criterios donde se presenta la diferencia entre los puntos de vista de Bateson y Maturana sobre la cognición.[12]
Según John Lachman y E.C. Butterfield, el llamado procesamiento de información...
...considera que se realizan pocas operaciones simbólicas, relativamente básicas, tales como codificar, comparar, localizar y/o almacenar. Por consiguiente, en último caso puede dar cuenta de la inteligencia humana y la capacidad para tener tal cual conocimiento, innovaciones y tal vez expectativas respecto al futuro.Lachman, R., Lachman, J. L., & Butterfield, E. C[13]
Este procesamiento consiste en cómo el sujeto internaliza la información recibida por el ambiente. A su vez, en la internalización de nuevos conocimientos, se activan de manera conjunta las funciones cognitivas para que la internalización de nuevos conocimientos se realice de una manera satisfactoria.
La Actividad Cognoscitiva es:
Algunos de los principales aspectos de la estructura cognitiva:
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