Un drive, en el golf, también denominado en inglés «tee shot», consiste en un gran golpe inicial a la pelota con la intención de llevarla a la zona más lejana desde el primer punto, lo más cerca posible al green.
Un golfista profesional medio es capaz de hacer un golpe de drive con un madera 1 de más de 300 yardas, maximizando la potencia impulsándose con sus caderas y sus piernas, a la vez que usa el peso de su cuerpo, durante el lanzamiento. A pesar de que no suele ser una jugada muy común en partidos profesionales, algunos de los golfistas más grandes, como Bubba Watson, Robert Garrigus, John Daly, Dustin Johnson, y Bryson DeChambeau han sido capaces de realizar un drive de más de 350 yardas.[1]
Los 115 mejores golpeadores en 2017 anotaron una media de distancia de drive de 290 yardas o más.[2] En la sección femenina algunas de las mejores golpeadoras lograron hasta 280 yardas, como Maude-Aimee Leblanc.[3] En 2011, Watson logró la distancia media de drive más larga, con una media de 315,2 yardas,[2] capaz de lograr una velocidad de 312 km/h y una distancia máxima de 370 yardas.[4]