El electro (del latín electrum) es una aleación de oro y plata con una relación de ⅕ de plata respecto del oro,[1] con trazas de cobre y otros metales, que se encuentra en la naturaleza. Ha sido también producido de forma artificial.
Los antiguos griegos lo denominaban 'oro' u 'oro blanco', en contraposición al 'oro refinado'. Su color varía del amarillo pálido al brillante, dependiendo de cuáles sean las proporciones de oro y plata. El contenido de oro en el electro que se encuentra en la naturaleza en la zona occidental de la moderna Anatolia varía del 70 al 90%, en comparación al 45–55% del electro utilizado en las monedas de la antigua Lidia, en la misma zona geográfica. Esto parecería sugerir que una de las razones para iniciar la fabricación de monedas en la región puede haber sido incrementar las ganancias de los señores mediante la emisión de monedas con menor contenido de oro que el metal que estaba en circulación anteriormente.
Existe evidencia del uso de electro que se remonta al III milenio a. C. en el Reino Antiguo, en Egipto, a veces como material de recubrimiento exterior de los piramidones que se colocaban en la cúspide de las pirámides y obeliscos.[2]
El electro también fue utilizado en la antigüedad para fabricar vasos y monedas.