La Fundación Charles Darwin para las Islas Galápagos o FCD (del inglés: Charles Darwin Foundation) es una institución belga sin fines de lucro fundada el año 1959 con la ayuda de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la UNESCO, y la organización Conservacionistas Mundiales.[1] Su objetivo principal es proteger y mantener la conservación de los ecosistemas de las Islas Galápagos.[2]
La organización trabaja directamente con la Dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG) dependiente del Gobierno de Ecuador, incluyendo a más de cien científicos, educadores, voluntarios, estudiantes de investigación y diverso personal de apoyo internacional.[2]
La Fundación Charles Darwin (FCD) se estableció en 1959, año en que también se creó legalmente el Parque Nacional Galápagos. Ambas instituciones se crearon para proteger la vida silvestre y conservar los ecosistemas de Galápagos: el Parque Nacional como una institución gubernamental que hace cumplir las leyes y normas de conservación, la FCD como una organización internacional que realiza investigaciones y proporciona conocimientos científicos. Las dos instituciones se complementan entre sí y ambas llevan a cabo programas de educación y capacitación.
Pero, ¿qué y quiénes participaron en el inicio de la FCD? Claramente, las dos personas que iniciaron ese proceso fueron Robert Bowman e Irenäus Eibl-Eibesfeldt, dos científicos jóvenes que, independientemente el uno del otro, realizaron investigaciones sobre las aves y otra vida silvestre en Galápagos en 1952 y 1954. A su regreso a California y Alemania respectivamente, ambos hicieron sonar las alarmas, también independientemente uno del otro, en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Informaron de que gran parte de la vida silvestre endémica de Galápagos estaba siendo destruida por la depredación humana directa y por las especies invasoras introducidas. Predijeron que muchas especies endémicas se extinguirían pronto y que ecosistemas enteros de Galápagos se derrumbarían y desaparecerían. Pidieron que se adoptaran medidas de conservación eficaces y subrayaron la necesidad de construir una estación de investigación en las islas.
La UICN acababa de ser creada unos años antes por la UNESCO por iniciativa de su primer director general, el biólogo británico Julian Huxley. Las advertencias de Bowman y Eibl fueron escuchadas y comprendidas por la UICN y apoyadas por prominentes científicos de Europa, Ecuador y los Estados Unidos.
Hasta este punto, estas conversaciones sobre los planes para una estación en Galápagos se quedaron sólo en eso: hablar. Las cosas se volvieron más serias y concretas cuando la UNESCO fue involucrada. La UNESCO tenía poder financiero e imaginó que el gobierno ecuatoriano se sentía cómodo con la participación de esa organización porque Ecuador se había unido a la UNESCO justo después de su creación en 1946. Así que, a petición del Ecuador, la UNESCO financió una expedición de tres meses, que más tarde se conoció como la "Misión de la UNESCO".
El objetivo de esta misión era proporcionar más información sobre el statu quo en Galápagos, presentar recomendaciones para la adopción de medidas e informar al público en general sobre el valor excepcional de estas islas. Eibl fue nombrado "Experto de la UNESCO" y Bowman y dos periodistas de la revista LIFE se sumaron a la misión con financiación adicional de los Estados Unidos. Bowman fue incluido para que "pudiera servir como delegado de los Estados Unidos en la misión de la UNESCO", como escribió más tarde en su informe. Y la tarea de los dos periodistas era "obtener una adecuada documentación fotográfica de las islas y su biota con fines publicitarios".
Gracias al apoyo logístico de la marina ecuatoriana esta misión fue un éxito. El grupo era realmente heterogéneo, que se mantuvo unido en Galápagos de julio a noviembre de 1957. Produjeron importantes informes que describían la grave situación de conservación de Galápagos, promoviendo una mejor protección de las islas e impulsando el establecimiento de una estación de investigación.
La creación legal real de la Fundación Charles Darwin parece haber sido un acto poco espectacular: Bajo el liderazgo de Julian Huxley, primer director general de la UNESCO, se formó un Consejo Ejecutivo compuesto esencialmente por un núcleo de los que habían impulsado la idea en Londres, más dos personas que representaban al Gobierno del Ecuador y a la comunidad norteamericana de científicos y conservacionistas. La organización se estableció en Bruselas en virtud de la ley belga el 23 de julio de 1959, cien años después de la publicación de "El origen de las especies" de Darwin.[3]
La Fundación Charles Darwin es una institución internacional con raíces plantadas firmemente en la tierra Ecuatoriana. Proveemos oportunidades para los residentes locales, mientras también se promueve la colaboración internacional y el intercambio de conocimiento, el cual es muy valioso para los esfuerzos de investigación y conservación. Nuestro personal está conformado por un 76% de Ecuatorianos, tomando en cuenta que el 54% son Galapagueños.
La Asamblea General es el órgano rector de la Fundación Charles Darwin (FCD). Los científicos, miembros del gobierno del Ecuador, miembros de instituciones asociadas y otras organizaciones e individuos locales e internacionales proveen dirección a la Fundación como miembros de la Asamblea.
La Asamblea General se rige bajo los Estatutos de la FCD y sus tareas incluyen la elección de la Junta Directiva, establecimiento de políticas, emisión de regulaciones y la aprobación final del Plan de Operativo y el presupuesto de la FCD. Los miembros cumplen roles gobernantes, honorarios y activos, y se reúnen anualmente para hacer negocios. Los miembros Gobernantes Individuales y Miembros Gobernantes Institucionales son seleccionados por su apoyo continuo a la misión de la Fundación.
El Gobierno Nacional del Ecuador y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura son Miembros Gobernantes Institucionales permanentes. Se conceden afiliaciones honorarias a quienes han contribuido significativamente a la conservación de Galápagos. Miembros Individuales Activos son seleccionados basados en su apoyo continuo de la Fundación a través de sus actividades y / o contribuciones financieras.[4]
El rol de la Junta Directiva de la FCD es proveer la dirección y la asesoría de las operaciones de la Estación Científica Charles Darwin, y actuar como un enlace de la Asamblea General.
Nuestros miembros de la Junta vienen de distintos países y circunstancias, lo que les permite aportar con su experiencia en una amplia gama de temas.[5]
La Estación Científica Charles Darwin (ECCD) está ubicada en Puerto Ayora, Isla Santa Cruz y es el brazo operativo de la Fundación Charles Darwin (FCD).
Se inauguraron las instalaciones en 1964 para que científicos pudiesen usar la estación como base de sus investigaciones en las Islas Galápagos para asesorar a las acciones de manejo de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG).
Por décadas la ECCD ha trabajado en proyectos de conservación, restauración y desarrollo sostenible para asegurar un buen manejo del archipiélago. Más de un centenar de científicos, educadores, asistentes de investigación, personal de apoyo y voluntarios de todo el mundo han participado en este esfuerzo. Actualmente, el personal de la organización está conformado por más de 75% de ecuatorianos y está comprometida con la formación profesional de los residentes permanentes de Galápagos.
Nuestras instalaciones incluyen áreas de trabajo restringidas a los visitantes, como oficinas y laboratorios para investigación marina y terrestre, sala de conferencias y colecciones de historia natural. También ofrecen áreas abiertas al público, como jardines nativos, biblioteca y sala de exhibiciones. Además de ser un punto de interés turístico, la Estación Científica Charles Darwin es esencial para proporcionar conocimientos científicos y asistencia técnica al Gobierno de Ecuador para asegurar la conservación de Galápagos.[6]
La investigación nos permite proporcionar información oportuna con el fin de ayudar a proteger, gestionar y mantener los ecosistemas únicos y la conservación de Galápagos.