Una glándula es una especialización del tejido epitelial, compuesta por una o más células epiteliales cuya función es segregar sustancias químicas,[1] como las hormonas, para liberarlas, a menudo en la corriente sanguínea y en el interior de una cavidad corporal o en su superficie exterior.[2] Estas sustancias pueden ser mensajeros químicos que se incorporan al organismo para llegar a la célula a la que está destinada, según su característica especial, o producir directamente un efecto específico en el medio al que son secretadas.
La palabra glándula proviene del diminutivo latín glandulae (fem. pl., cf. Celsus 4.1) que significa "amígdalas" o "glándulas de la garganta". A su vez este término es un diminutivo de glans (fem. sg., genitivo glandis) que significa "nuez". glandulae (un plurale tantum) literalmente significaría "nuececitas".[3]
De acuerdo a su lugar de secreción las glándulas se dividen en:
Endocrinas - Se llaman también glándulas cerradas. Carecen de conducto y vierten su secreción en los capilares que rodean las glándulas.[1]
Exocrinas - También llamadas glándulas abiertas. Secretan sus productos a un tubo excretor que secreta su producto tanto sobre la superficie como hacia la luz de un órgano hueco.[1] Este tipo de glándulas se dividen en tres grupos de acuerdo a sus mecanismos diferentes para descargar sus productos secretados:
Apocrinas - al liberar su producto de secreción una parte pequeña del citoplasma de las células corporales se pierden.[4] El término glándula apocrina se usa con frecuencia para referirse a las glándulas sudoríparas. Aun así, las glándulas sudoríparas apocrinas, cuyo nombre procede de la antigua creencia de su tipo de secreción, tienen una secreción merocrina que fue comprobada gracias a los estudios con el MET.
Holocrinas - toda la célula se desintegra para excretar su contenido,[4] como en las glándulas sebáceas que se encuentran en el corion de la piel.
Merocrinas - las células secretan sus sustancias por exocitosis, como en las glándulas mucosas y serosas.
Mixtas - Son glándulas que en su estructura producen, tanto productos que son secretados al exterior como al conducto sanguíneo.
También se pueden dividir en unicelulares y pluricelulares según su número de células:[2]
Unicelulares - Células individuales que se encuentran distribuidas entre células no secretoras. Un ejemplo son las células caliciformes.
Pluricelulares - Compuestas por más de una célula, se pueden diferenciar entre la disposición de las células secretoras y si hay o no ramificación de los conductos secretores. Las glándulas pluricelulares tienen una porción secretora, el adenómero, y puede tener o no un conducto que lleva la sustancia hacia el exterior.