En farmacología, los inhibidores de la proteasa o antiproteasas, son un grupo de medicamentos antivíricos que actúan como inhibidores de las proteasas (enzimas que ayudan a la ruptura de las proteínas). Muchas antiproteasas de origen natural son proteínas.
Inhiben las proteasas que utilizan los virus para la ruptura de polipéptidos, dando lugar por lo tanto a viriones alterados que no son infecciosos, evitando de esta forma la multiplicación del virus. Se emplean en el tratamiento de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana y el virus de la hepatitis C.[1][2]