La ciudad de Samaria, ubicada en Israel, era la capital del Reino de Israel, fue Asediada en el año 722 a. C por Asiria. A diferencia de su rival y hermano, Judá que respectivamente cayó en el año 586 a. C.
Esto ocurrió durante el reinado de Oseas de Israel. El rey Salmanasar decidió atacar la ciudad, debido a que Dios permitió y castigó al reino por la desobediencia del pueblo.[1]
Aunque Dios les dijo y advirtió que si el pueblo seguía con el Pecado Hiba a castigarlos al pueblo de Israel no le importó. Esta Desobediencia inicio desde el reinado de Jeroboam I que puso a Ídolos como el becerro de oro.[2] Incluso Jehú gobernó el reino y no los sacó del castigó debido a que fue de los pocos reyes justos y la cantidad de injusticia era mayor.[3]