En el hinduismo, Lakshmi es una diosa (deví) consorte eterna del dios Visnú; descrita como la diosa de la belleza y de la buena suerte.
La primera mención de la palabra lakshmi se encuentra en el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.).[1] Allí no representa a una diosa, sino una marca, un signo, una señal de agradecimiento.[1]
Hacia los años 1000 a 500 a. C. se menciona por primera vez a la diosa Sri en el Shri-sukta (‘himno a la belleza’), que según los académicos fue agregado al Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.). Se menciona que Sri es la fortuna personificada.
Lakshmi aparece como diosa aproximadamente en la misma época, en el Taittiríia-samjita (un agregado del Iáyur-veda), donde afirma que Lakshmi y Sri son las dos esposas de Aditia, el dios del Sol.
El Shatapatha-bráhmana (otra sección del Iáyur-veda) dice en cambio que Shri es la hija de Prayapati (‘progenitor’, una manifestación del dios Brahma, el creador del universo), y es la madre de Kama (‘deseo’), el dios del amor, el sexo y la lujuria.
Según los historiadores, en esos siglos Lakshmi fue creciendo en importancia hasta alcanzar el rango de diosa principal dentro de las deidades hinduistas, en las epopeyas Majabhárata y Ramaiana (textos épicorreligiosos del siglo III a. C. aproximadamente). En este último (Ramaiana 45, 40-43) aparece por primera vez el relato más famoso acerca del origen de Lakshmi, donde se dice que nació de la espuma del mar durante el batido del océano de leche. Este mito es semejante al del nacimiento de la diosa Venus en la mitología romana. En el Devi-bhágavata (9) se cuenta otra versión de la misma leyenda.
En la época de los textos llamados Puranas (‘historias antiguas’, compuestas entre el siglo II a. C. y el siglo XI d. C., la diosa llegó a ocupar el papel que hoy le corresponde como consorte del dios Visnú. En el Visnú-purana ―uno de los Puranas más antiguos― se afirma que Lakshmi nació como hija del sabio Brigu y de su esposa Khiati.
Acompaña siempre a su divino esposo Visnú cuando este desciende a la Tierra en forma de avatar:
Se la representa generalmente junto a Visnú volando sobre el águila Garuda o sola sentada en una flor de loto, sosteniendo una de estas a cada costado, en posesión de cuatro brazos bendiciendo a los devotos y dejando caer monedas de oro de una de sus manos. Va escoltada de dos elefantes blancos símbolos de la fortuna y su culto está muy relacionado con el de la antigua Madre-Diosa drávida representada por la tierra sobre un padma (flor de loto).
Entre los templos dedicados a la sensualidad femenina de la devi Lakshmi, se destacan el de Orchha, en el centro norte de la India.
Recibe también otros nombres:
Según una leyenda los dioses la exiliaron, y ella se refugió en el océano de leche. Renació en el momento del batido del mar de leche. Antes que ella apareció su hermana mayor, la inauspiciosa Alaksmi, la diosa de la mala fortuna.
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La estrella de Lakshmi (asta-lakshmi, u ‘ocho lakshmis’) consiste en una estrella de ocho puntas: dos cuadrados sobrepuestos a 45°, de manera similar a la estrella tartésica.