Libra | ||
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Símbolo | Balanza | |
Duración (tropical) | 23 de septiembre-23 de octubre[1] | |
Duración (sideral) | 17 de octubre-15 de noviembre[cita requerida] | |
Constelación | Libra | |
Elemento | Aire | |
Cualidad Zodiacal | Cardinal | |
Domicilio |
Venus (tradicional) Eris[2] (moderno) | |
Detrimento | Marte | |
Exaltación | Saturno | |
Caída | Sol | |
♈︎ ♉︎ ♊︎ ♋︎ ♌︎ ♍︎ ♎︎ ♏︎ ♐︎ ♑︎ ♒︎ ♓︎ | ||
En astrología, Libra (del latín lībra) es el séptimo signo del zodíaco, el cuarto de naturaleza positiva (masculina) y el tercero de cualidad cardinal.[3][4] Simboliza el equilibrio y la armonía y su símbolo representa la balanza. Pertenece junto a Géminis y Acuario al elemento aire.[5] Está regido por Venus. Su signo opuesto y complementario es Aries.[6][7] Manilio dice que el dios que tutela este signo es Vulcano y que Libra rige las nalgas.[8]
Se considera que alguien es del signo Libra cuando nace entre el 23 de septiembre y el 22 de octubre; en el zodíaco occidental o tropical las fechas cambian cada año en función del momento de inicio del equinoccio de marzo y el huso horario. También se ha establecido del 22 de septiembre al 22 de octubre (30 días).[1]
Es también uno de los cuatro signos cardinales, siendo los tres restantes Aries, Cáncer y Capricornio.[4]
Ver Afrodita Urania y Afrodita Pandemos Ver Eris por Hesíodo y Eris por Homero
La balanza que simboliza a libra proviene de la diosa Astrea. Astrea era hija de Zeus y Temis, siendo por tanto descendiente de las titánidas. Mientras su madre representaba la justicia divina, ella personificaba la justicia en el mundo de los hombres. Según otras fuentes, era hija de Astreo y Eos. Fue también la última inmortal que vivió entre los humanos durante la Edad de Oro de Cronos, abandonando la Tierra en último lugar cuando esta se envileció con la llegada de la Edad de bronce. Zeus la elevó al cielo, situándola entre las estrellas como la constelación de Virgo, y la balanza que llevaba en las manos se convirtió en la cercana constelación de Libra. Con frecuencia es confundida con Dice, una de las Horas y también hija de Zeus y Temis, quien representaba el concepto de justicia moral. Se representa a Astrea como una diosa alada con una aureola brillante, que porta una antorcha (todos estos son atributos de una diosa estelar) y los rayos de Zeus.
Durante la Guerra de los Titanes, Astrea fue fiel aliada de Zeus. Al igual que Niké (la Victoria) se convirtió en una de sus asistentes: la portadora de sus rayos. La recompensa por su lealtad fue el permiso para conservar su virginidad y el lugar entre las estrellas como constelación.
La diosa Venus, en su personalidad ambigua y dual, inclina uno de los dos platillos: una que propicia la belleza serena y otra, la seducción y la lujuria. Mientras la diosa Eris de igual forma significaría una dualidad con una inclinación a parecer más severo, o concordamos o discordamos, pero primero sería si estamos preparados para la paz o aún debemos estar en guerra indirectamente, colocando a Venus como esa parte más suave y Eris como la parte más directa o estricta, si bien, después del conflicto causado por Eride en la boda de Tetis y Peleo. Paris al final decidió entregarle aquella manzana a Afrodita.
Las estrellas que forman Libra se conocían en la astronomía babilónica como MUL Zibanu (las "balanzas" o "equilibrio"), formando parte de las pinzas del Escorpión. Las balanzas eran sagradas para el dios sol Shamash, quien también era el patrón de la verdad y la justicia.[9]
En la Antigua Grecia también se conocían como las pinzas del Escorpión.[10][11] Desde entonces, las estrellas de Libra también se asociaron con la ley, la justicia y el civismo. Se sugiere que esta asociación se debe a que el Sol recorría esta parte de la eclíptica en torno al equinoccio de otoño, donde los días son iguales que las noches. Sin embargo, hoy en día estos momentos no coinciden debido a la precesión de los equinoccios.[12] En árabe zubānā también significa "pinzas de escorpión", similar a otras lenguas semíticas.
En el poema de Higino Astronomía poética,[13] así como en Eratóstenes de Cirene[14] se la considera parte del Escorpión. Gemino, hacia el 80 a. C., fue el primer representante de la astronomía occidental en distinguir en estas estrellas un séptimo signo, al que llamó "el yugo"[15] (zugos en griego, traducido por Cicerón como Iugum[16]). En el calendario juliano se usó el término "Balanza" (libra en latín).