Madián (en hebreo מִדְיָן, "desacuerdo" o "juicio") es un personaje de la Biblia, el cuarto hijo de Abraham y su concubina Cetura, con la que se casó después de la muerte de Sara. Sus hermanos fueron Zimram, Jocsán, Medán, Isbac y Súa.[1]
Sus descendientes, los madianitas, se establecieron al este del Jordán, entre el mar Muerto y la península del Sinaí, al sur. Moisés fue recibido por Jetró, sacerdote de esta tribu,[2] después de huir de Egipto. Allí se casó con Séfora, hija de Jetró.[3] Poco después, Dios se le reveló en el episodio de la zarza ardiente y le envió a liberar al pueblo de Israel de la esclavitud.
Moisés ejerció la venganza contra los madianitas, pues sus mujeres habían seducido a los hijos de Israel haciéndoles adorar a los ídolos.[4] En el Libro de los Jueces, Gedeón pone fin a los ataques de los madianitas contra los israelitas.
Josefo registra que "Abraham se las ingenió para establecerlos en las colonias, tomaron posesión de Troglodytis y el país de la Arabia Feliz, y llegaron al mar Rojo".[5]
En el Corán Dios ha enviado a la tierra de Madián, al profeta Chu`ayb[6] que a menudo es identificado con el Jetró de la Biblia. Los madianitas tenían la costumbre de estafar en el peso y la mercancía.[7] y fueron castigados por un terremoto.[8] Chu`ayb dio la orden de abandonar los ídolos por un Dios único.[9] Al profeta de los madianitas, Chu`ayb se le apoda Abu Madian (" el padre, o el hombre de los madianitas").