Un manifiesto es una declaración pública de principios e intenciones, a menudo de naturaleza política o artística.[1] Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, un manifiesto es un escrito en el que se hace pública una declaración de doctrinas, propósitos o programas.[2] En otros términos, el manifiesto consiste en una pieza documental mediante la cual se dan a conocer diversas ideas o problemas de un modo intenso y concluyente.[3] Para Mangone y Warley, el manifiesto "reniega de una realidad (política, literaria, artística) e intenta combatirla al instaurar una serie de aspectos 'novedosos' de la misma".[4] Según Claude Abastado, el manifiesto se distingue de otros géneros como la declaración, el prefacio y la petición. A tales expresiones diferenciadas podríamos añadirles otras modalidades distintas como las proclamas, los memoriales, las llamadas o las resoluciones. El propio Abastado destaca el carácter polémico del manifiesto, su inmersión en el aquí y ahora de la enunciación y, en ese sentido, su intento por insertarse en el flujo histórico al que se refiere. Asimismo, el manifiesto se mueve entre la ruptura y la refundación, entre la denuncia y la afirmación.[5]
En cuanto al caso regional de América Latina, se ha sostenido que los manifiestos constituyen allí una parte inherente a la producción vanguardista que se despliega entre la segunda y la tercera década del siglo XX.[6][7]
Con relación a la Argentina y al manifiesto artístico en particular, Rafael Cippolini se adelantó en acotar cinco variantes en la materia: como auto simulacro, como idea de civilización, como herramienta de exploración de la realidad, como instrumento político y como discurso móvil en la historia.[8]
Más allá de las vanguardias estéticas o partidistas, también pueden señalarse los manifiestos corporativos, como aquellos que proceden del movimiento obrero o sindical;[nota 1] junto a los que ha formulado por su parte el movimiento estudiantil.[nota 2]
Derivada del latín manifestus, las primeras apariciones de la palabra manifestar en francés se atestiguan en el siglo XII, en el vocabulario de teología, donde denota manifestación[11] de Dios o de su voluntad. De ahí vendrían los dos significados que ha adoptado el español moderno: en primer lugar, en el sentido anteriormente indicado, y en segundo lugar, en el ámbito comercial, para designar un documento redactado generalmente para las Aduanass y que recapitula todos los elementos constitutivos de un buque o de una aeronave, incluida su carga, con destino al extranjero o procedentes de él, antes de su descarga[12] (a partir de 1362)[13].
En su sentido de declaración pública, designaba originalmente un texto expuesto en un lugar público para dar a conocer a la comunidad una intención, un programa. En este sentido, deriva probablemente del italiano manifiesto, y está atestiguado en francés hacia 1575. Entonces era más o menos sinónimo de "declaración[14]". Durante los dos siglos siguientes reinó la ambigüedad en cuanto al significado que debía darse a esta palabra, sobre todo en lo referente a la identidad de su emisor: bien podía tratarse de un texto emanado del poder legítimo, bien de una declaración procedente de un partido o facción[15]. En este último sentido, puede haber cierta vacilación semántica entre el manifiesto y el petición : Aunque se supone que este último designa un texto colectivo destinado a una autoridad constituida, mientras que el destinatario del manifiesto es difícil de localizar (si no es bajo el término genérico de "opinión pública"), el historiador Jean-François Sirinelli observa que, en la práctica, "la distinción es a veces tenue entre estas dos categorías de textos colectivos[16]".
Si bien la estructura de un manifiesto es libre, existen características frecuentes que lo identifican[17][18][19]:
En algunas democracias parlamentarias, los partidos políticos preparan manifiestos que delinean tanto su dirección estratégica como sus bosquejos de legislación futura, en caso de ganar suficiente apoyo en unas elecciones. Las propuestas legislativas que aparecen en el manifiesto de un partido que ha ganado una elección son generalmente consideradas como propuestas que poseen una legitimidad superior a otras medias que el gobierno pueda introducir para que sean consideradas por la legislatura. Entre los manifiestos más famosos pueden nombrarse la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, Mi lucha, La riqueza de las naciones,El Manifiesto Comunista,etc.
En arte, a partir de las vanguardias, manifiesto suele llamarse a una expresión reivindicativa que simboliza la voluntad de estilo de un grupo de artistas o de un nuevo movimiento. Puede ser un escrito que se publica, como el El museo pictórico y escala óptica (1715), del pintor español Antonio Palomino, un tratado sobre la historia de la pintura barroca española, Manifiesto futurista de Filippo Tommaso Marinetti (20 de febrero de 1909 Le Figaro),[20] o el Manifiesto neoplasticista de Piet Mondrian (1917 De Stijl), la arquitectura neocolonial española a través de Henry Morrison Flagler de orígenes neomediterráneos, el Primer manifiesto de Tristan Tzara (1918), o el Manifiesto surrealista de André Bretón (1924);[21] o puede ser una obra de arte que se considera que simboliza y resume lo que ese movimiento propone, por ejemplo: le Dejuner sur l'herbe de Manet (1862) para el impresionismo o La Vita nuova de Dante Alighieri-Cancionero.de Petrarca del Renacimiento.
Manifiesto deriva del latín manifestum, que significa claro o conspicuo.