El mosto (del latín "mustum vinum", literalmente, "vino joven") puede ser el zumo de la uva, que puede consumirse así o ser fermentado para la producción de vino,[1] pero en el suroeste de España, la palabra mosto hace referencia a un tipo de vino joven.[2]
El mosto ya se producía en la época romana.[3]
Según un estudio de la Universidad de Georgetown de 2008, el zumo de uva tinta (mosto tinto) protege el corazón y las arterias, y beberlo dos veces al día retrasa la oxidación del colesterol malo.[4]
En el Condado de Huelva, el Aljarafe, el Bajo Guadalquivir y el Marco de Jerez,[5] el mosto es un vino joven resultante de fermentación y encubado, tradicionalmente en bocoyes (toneles o barricas de capacidad de entre 500 y 600 litros) de madera, que suele ser de castaño o de roble americano. Se degusta a partir de los 40 días, sobre el mes de noviembre. Tras este corto proceso de vinificación, llega a alcanzar una graduación alcohólica de entre 9 y 12 grados. Posee aromas florales, cítricos y frutales y una agradable acidez.[2]
Es un atractivo culinario en la zona.[6]