El término «naco» (fem. «naca») es una palabra peyorativa usada en el español mexicano para describir, de forma discriminatoria,[1] a algo «que se percibe como vulgar o de mal gusto», «que se percibe sin urbanidad o sin civismo», «de bajos recursos», «que es ignorante y torpe, que carece de educación».[2]
De acuerdo con Carlos Monsiváis, la palabra se originó probablemente como una abreviación de «totonaco», un grupo étnico originario de Puebla y Veracruz, como manera de referirse a los indígenas, y que su uso puede remontarse a la época colonial.[3] La palabra «naco» (na'ko (?·i)) también se ha definido por la composición de las palabras «nacido» y «corriente». Aunque la palabra suele estar asociada con clases socioeconómicas bajas y con los indígenas, también se ha usado para describir a los nuevos ricos.[4][5]
El lexicógrafo cubano Félix Ramos y Duarte, en su Diccionario de mexicanismos (1895), consigna la palabra por primera vez. La explica como usual en el sur de México y la define con los siguientes términos: «Indio vestido de cotón azul, calzoncillos blancos y guaraches».[6] En años recientes, los usos de la palabra han sido objeto de interés entre activistas y académicos por su lugar en el racismo en México.[7][8]
El término naco se utiliza para describir personas, comportamientos u opciones estéticas consideradas como no refinadas o poco sofisticadas, a menudo de manera sarcástica. Algunos equivalentes cercanos del término podrían incluir bogan, tacky, gato, scanger y ghetto. «Redneck» también puede estar cerca, aunque la palabra en español «palurdo» es más similar, aunque es usada específicamente para la población rural.[9] Como persona, un «naco» puede exhibir una falta general de refinamiento adoptando una «mentalidad de gángster»[cita requerida], expresiones verbales o argot sin refinar, acentos peculiares, falta de modales sociales o mal gusto.
El término se asocia a menudo con las clases sociales más bajas, así como con personas con poca escolaridad, y entre las clases medias y altas como sinónimo de mal gusto. En algunas situaciones, la palabra puede no tener intención despectiva e incluso demostrar familiaridad.[10] Existen movimientos para reapropiar el término y redefinirlo por su propia identidad y orgullo. El álbum ¡Naco es chidoǃ del grupo Botellita de Jerez es un ejemplo de ello.[11] De acuerdo con la revista Forbes, la lucha libre mexicana ha reivindicado y comercializado su carácter «naco».[12]
A raíz de la globalización y la urbanización, las clases medias y altas de México han participado crecientemente en competencias sobre símbolos de estatus, tales como automóviles, casas y joyas, que han dado lugar a un mayor uso del término «naco» como forma de elitismo cultural o económico. Algunos mexicanos consideran las exhibiciones extravagantes de la riqueza como algo de mal gusto, ya que crean espectáculos de sí mismos, tratando de sobrecompensar el estatus social más bajo al que pertenecían.[cita requerida] Esta caracterización se ha utilizado para describir la «estética del narcotráfico» en México.[5]