En el derecho de daños, la negligencia profesional es un «caso de negligencia o incompetencia por parte de un profesional».[1] Es el descuido voluntario por parte de un personal especializado al momento de realizar una tarea estrictamente relacionada con su profesión.[2]
Se incluyen los siguientes tipos:
- negligencia médica («el no ejercicio de un doctor del grado de cuidado y habilidad que un médico o cirujano de la misma especialidad médica utilizaría bajo circunstancias similares»)
- negligencia legal («la no prestación de un abogado de servicios profesionales con la habilidad, prudencia y diligencia que un abogado normal y razonable utilizaría bajo circunstancias similares»).[1]
Las negligencias médicas y el aumento en las incidencias de reclamaciones contra proveedores individuales e institucionales ha llevado a la evolución de defensores de pacientes.[3]
Existen tres grandes faltas que suelen cometerse durante la atención médica:
- Error de diagnóstico o elección de terapéutica: Se debe de considerar el lugar en donde se lleva a cabo la atención médica, la condición del personal profesional, y los hechos que pudieron haber intervenido en el resultado.[4]
- Faltas instrumentales o de ética: Esto sucede cuando el equipo o instrumentos causan daños al paciente, ya sea por error del operador o el mal funcionamiento del equipo empleado.[4]
- Falta, producto de confusión en la identificación del paciente o bien del órgano enfermo: El personal involucrado debe cumplir específicamente con su papel, ya que las faltas de delimitan a las responsabilidades de cada integrante involucrado.[4]
Categorías de la negligencia
[editar]
- Culpa
- Imprudencia
- Negligencia médica
- Impericia
- Impericia temeraria
- Dolo