Un obelisco es una clase de elemento genético tipo viroide, descubierto en la microbiota del tracto gastrointestinal humano. Los obeliscos han sido identificados a partir de datos transcriptómicos, el grupo comparte la siguientes características: 1. genoma de ARN circular, 2. estructura secundaria tipo "bastón / obelisco" y 3. marcos abiertos de lectura (ORF's) que codifican para una nueva súperfamilia de proteínas denominadas 'oblinas'.[1]
Los viroides requieren de las ARN polimerasa eucariotas para su replicación resultando en los genomas más pequeños que se conocen (~350 nt.). Estos genomas simplificados definen los limites biológica para la transferencia de material genético. A pesar de la ausencia de capacidad para codificar proteínas su cromosoma circular y características tipo ribozimas han conducido a una revisión de los paradigmas en el estudio de elementos genéticos tipo viroides.[1]Aunque los obeliscos tienen la forma esférica de muchos viroides difieren en la estructura de sus secuencias genéticas, lo que podría indicar que son un nuevo grupo, aunque relacionado, de entidades genéticas.[2]
Las características de los obeliscos incluyen ARN circular de, aproximadamente, 1,000 nt. de extensión con motivos de ribozimas, plegadas en una estructura secundaria de ARN tipo bacillo (obelisco).[1]Su relación actual con otros organismos es desconocida por lo que presenta una incertae sedis taxonómica.
Los obeliscos han sido descubiertos en bacterias que colonizan el tracto gastrointestinal y la boca en seres humanos. Su reciente identificación y tamaño pequeño, ha dificultado considerarlos como una forma de vida 'estándar'. Inicialmente, la búsqueda en bases de datos de viroides de ARN circular condujo a su identificación, y han sido encontrados en el 10% de muestras fecales de personas de todos los continentes.[2]
Hasta el momento se desconocen las implicaciones biológicas sobre la salud humana.[2]