Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua una opinión es un «juicio o valoración que se forma una persona respecto de algo o de alguien».[1]
Etimológicamente opinión (doxa) viene del griego δόξα.
En el famoso texto sobre la analogía de la línea de La República[2] Platón afirma que la opinión, o doxa, engloba dos tipos de conocimiento: la creencia y la ilusión. En ambos casos, nuestras opiniones pueden estar influidas por nuestro entorno social, nuestro carácter emocional y nuestros prejuicios. En la «alegoría de la caverna» en esa obra de Platón, la opinión está representada por las sombras proyectadas al fondo de la caverna que mantienen a los esclavos en su «prisión». De nuevo para Platón, la opinión se opone a la ciencia, es decir, al conocimiento hipotético o anhipotético.
Así pues, la opinión (individual) no puede considerarse basada en nada lo bastante sólido como para constituir un conocimiento: se basa en un juicio que el individuo emite sin preocuparse necesariamente de fundamentarlo. Según René Descartes, para adquirir un conocimiento suficiente que pueda calificarse de conocimiento, el individuo debe (como explica en sus Meditaciones metafísicas y en su Discurso del método) cuestionar lo que cree saber y, en cierto modo, reconstruir conscientemente su conocimiento examinando cada una de sus partes.
Todas las opiniones son válidas y deben ser respetadas incluso cuando no se está de acuerdo con ellas. Esto no quiere decir que no se puede discutir al respecto, en cambio se puede
argumentar con otra opinión.
Una opinión se basa en las premisas, sin éstas se convierte en una creencia sin razonamiento y por ende indiscutible.
En los años veinte del siglo XX, Edward Bernays publicó su libro Propaganda (1928)[3] en el que esbozaba técnicas para manipular la opinión pública en un sistema democrático.
Un estudio de Janis y King (1954),[4] repetido varias veces posteriormente,[5] demostró que la técnica del juego de rol puede ser un factor para cambiar la opinión sobre un tema. Si un sujeto defiende sincera y activamente un tema que ha preparado, es más probable que cambie su opinión sobre ese tema.
La «opinión científica» puede reflejar opiniones sobre inquietudes científicas expresadas por uno o más científicos, publicadas en revistas académicas o libros de texto respetados, los cuales implican una revisión por pares y una edición profesional rigurosa. También puede referirse a opiniones publicadas por organizaciones profesionales, académicas o gubernamentales sobre hallazgos científicos y sus posibles implicaciones.
Un término relacionado, pero no idéntico, el consenso científico, es la opinión predominante sobre un tema científico dentro de la comunidad científica, como la opinión científica sobre el cambio climático.
Las opiniones científicas pueden ser «parciales, temporalmente contingentes, conflictivas e inciertas»,[6] por lo que puede que no haya consenso aceptado para una situación particular. En otras circunstancias, una opinión científica particular puede estar en desacuerdo con el consenso.[6]
La alfabetización científica, también llamada comprensión pública de la ciencia, es un objetivo educativo[7] que se ocupa de proporcionar al público las herramientas necesarias para beneficiarse de la opinión científica.
Una «opinión legal» u «opinión final» está generalmente contenida en una carta formal de opinión legal, entregada por un abogado a un cliente o un tercero. La mayoría de las opiniones legales se dan en relación con transacciones comerciales.[8] La opinión expresa el juicio profesional del abogado con respecto al aspecto legal de la transacción. La opinión puede ser "limpia" o "razonada". Una opinión legal no es garantía de que un tribunal llegue a un resultado en particular.[9] Sin embargo, una opinión legal incorrecta o incompleta puede ser motivo de una demanda por negligencia profesional contra el abogado.
Una «opinión judicial» u «opinión del tribunal» es una opinión de un juez o grupo de jueces que acompaña y explica una orden o fallo en una controversia ante el tribunal. Una opinión judicial generalmente establece los hechos que el tribunal reconoció como establecidos, los principios legales por los que el tribunal está obligado y la aplicación de los principios pertinentes a los hechos reconocidos. El objetivo es demostrar el fundamento que utilizó el tribunal para tomar su decisión.[10] Los jueces en los Estados Unidos generalmente deben proporcionar una base bien razonada para sus decisiones y el contenido de sus opiniones judiciales puede contener los motivos para apelar y revocar su decisión por un tribunal superior.y precedente.
Una «opinión editorial» es la evaluación de un tema por parte de un periódico tal como se transmite en su página editorial.
Como segundo paso del procedimiento de infracción en la Unión Europea, la Comisión europea emite una "opinión motivada" cuando se preocupa de que un Estado miembro no haya implementado una Directiva ni ninguna otra ley de la UE. El dictamen motivado constituye una solicitud formal al Estado interesado para que se ejecute la acción a tomar, normalmente en un plazo de dos meses.[11] También según la legislación de la UE, un Estado miembro puede emitir un "opinión razonada" en relación con la propuesta de legislación de la UE, si el Estado miembro está preocupado por que la propuesta infrinja el principio de subsidiariedad de la UE. El artículo 6, Protocolo 2 del Tratado de Lisboa (2007, entrado en vigor el 1 de diciembre de 2009) permite a los Estados miembros emitir una opinión razonada en un plazo de 8 semanas desde la notificación oficial del proyecto de legislación.[12]
Un informe pericial,[13] también llamado informe de expertos, es un estudio escrito por una o varias autoridades en el que se exponen conclusiones y se ofrecen opiniones.
En derecho, los informes periciales son generados por peritos que ofrecen sus opiniones sobre puntos de controversia en un caso legal y suelen estar patrocinados por una u otra parte en un litigio con el fin de apoyar las pretensiones de esa parte. Los informes exponen hechos, discuten detalles, explican razonamientos y justifican las conclusiones y opiniones de los expertos.[14]
En medicina, un informe pericial es una valoración crítica de un tema médico, por ejemplo, una evaluación independiente de la relación coste-beneficio de un determinado tratamiento médico.[15]