En la mitología griega, Orestes (en griego antiguo: Ὀρέστης) fue el único hijo varón de Agamenón y Clitemnestra.
Según la historia homérica, Orestes estaba ausente de Micenas cuando su padre volvió de la guerra de Troya y fue asesinado por el amante de su esposa, Egisto, o por la misma Clitemnestra según otras versiones. Según Píndaro, Orestes fue salvado por su niñera Arsínoe o su hermana Electra, que lo sacó del país cuando Clitemnestra quería matarlo. Orestes huyó a Fanote, en el monte Parnaso, donde el rey Estrofio[1] se hizo cargo de él.
En su vigésimo cumpleaños, el oráculo de Delfos mandó a Orestes volver a su hogar y vengar la muerte de su padre. Orestes regresó a casa junto con su amigo Pílades, hijo de Estrofio. Según Esquilo, Orestes se encontró con su hermana Electra ante la tumba de Agamenón, donde ambos habían ido a rendir honores al difunto; se reconocieron y planearon cómo habría de llevar a cabo su venganza Orestes. La misma historia básica es narrada de formas diferentes por Sófocles y Eurípides en sus respectivas obras tituladas Electra.[2] La tradición más difundida es que Orestes mató a Egisto y luego también a su madre, Clitemnestra, pero hay versiones en las que él no fue responsable directo de la muerte de esta última.[3]
En las Euménides de Esquilo, tras la venganza (a veces con la ayuda de Electra) Orestes enloquece y es perseguido por las Erinias (que no hacen lo mismo con Electra), cuyo deber es castigar cualquier violación de los lazos de amor familiar. Orestes se refugia en el templo de Delfos, pero Apolo, a pesar de que había mandado a Orestes que emprendiera la venganza, no es capaz de protegerlo de las consecuencias de ella. Finalmente, Atenea recibe a Orestes en la Acrópolis de Atenas, y organiza un juicio formal del caso ante el Areópago, tribunal formado por doce jueces áticos. Las Erinias exigen su víctima, Orestes alega el mandato de Apolo, los votos de los jueces quedan divididos equitativamente y Atenea, con su voto decisivo, declara inocente a Orestes. Las Erinias son apaciguadas con un nuevo ritual en el que son adoradas como Euménides, y Orestes dedica un altar a Atenea Areia.
En la obra de Esquilo, el castigo termina así. Pero en la obra de Eurípides, para poder escapar de la persecución de las Erinias, Apolo manda a Orestes ir al Tauro (la actual Crimea), apoderarse de la estatua de Artemisa Tauropola, que había caído del cielo, y llevarla a Atenas. Orestes marcha al Tauro con Pílades, y allí son encarcelados por los habitantes de la región, los tauros, que tienen la costumbre de sacrificar todos los extranjeros a Artemisa. La sacerdotisa de Artemisa encargada de realizar el sacrificio es la hermana de Orestes, Ifigenia, que, sin saber que se trata de su hermano, ofrece liberarlo a cambio de que lleve una carta hasta Grecia. Orestes rehúsa hacerlo, pero dice a Pílades que lleve la carta mientras él se queda para ser sacrificado. Tras un conflicto de mutuo afecto, Pílades termina por acceder, pero la carta hace que Orestes e Ifigenia se reconozcan, y los tres escapan juntos llevando con ellos la imagen de Artemisa. Tras su retorno a Grecia, Orestes mata a Aletes, hijo de Egisto, y toma posesión del reino de su padre: Micenas. Lleva también a cabo la anexión de Argos y Laconia.
Antes de la guerra de Troya, Orestes había estado prometido a su prima Hermíone, hija de Menelao. Sin embargo, cuando Menelao regresó de la guerra, como se daba por muerto a Orestes durante su desaparición, quiso que su hija se casase con Neoptólemo. Orestes y Neoptólemo lucharon, y este último murió. Al casarse con Hermíone y hacerse con Argos y Arcadia después de que sus tronos hubiesen quedado vacantes, Orestes llegó a ser el gobernante de todo el Peloponeso. Su hijo, Tisámeno, sería asesinado más tarde por los heráclidas.
En una versión de la historia de Télefo, Orestes fue apresado por este, quien exigía que Aquiles lo sanase.
Según algunas fuentes, Orestes fue padre de Pentilo con su media hermana Erígone.
Luciano lleva va más allá en la relación de amistad entre Orestes y Pílades. Dice que Orestes se comportaba casi más como amante de Pílades que como amado.[4]
Se cuenta que Orestes murió por la mordedura de una serpiente en Arcadia. Su cuerpo fue llevado a Esparta para ser enterrado, y allí sería objeto de culto. Según una leyenda italiana, el cuerpo sería llevado a Aricia, de donde sería trasladado a Roma.[5]
Según Heródoto,[6] hacia la mitad del VI a. C. Orestes fue relevante en el intento de Esparta por hacerse con la supremacía en el Peloponeso. El oráculo de Delfos negó a Esparta el dominio sobre el conjunto de Arcadia, pero sí le auguró que conseguirían Tegea, su ciudad principal. Sin embargo los sucesivos enfrentamientos con Tegea siempre terminaron en derrota para los espartanos. Preguntado de nuevo, el oráculo contestó que no conseguirían vencer mientras no encontraran la tumba de Orestes, que nadie sabía dónde estaba. Tras nuevas consultas y mediando el azar, la tumba se encontró perdida en el patio de un herrero de Tegea. Una vez desenterrados los restos y llevados a Esparta, se hizo realidad la victoria prometida sobre Tegea, que se consiguió durante los reinados de Anaxándridas y Aristón, reyes conjuntos de Esparta entre 550 y 520 a. C.
Ancestros de Orestes | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Predecesor: Cilarabes |
Reyes de Argos |
Sucesor: Tisámeno |
Predecesor: Menelao |
Reyes de Esparta |
Sucesor: Tisámeno |
Predecesor: Aletes o Menelao |
Reyes de Micenas |
Sucesor: Tisámeno |
La historia de Orestes fue objeto de la Orestíada tanto de Esquilo (Agamenón, Coéforas, Euménides) como de Estesícoro, de la Electra de Sófocles, y de la Electra, Ifigenia en Táuride y Orestes de Eurípides. Existe un poema épico en latín, formado por unos 1000 hexámetros y titulado Orestes Tragoedia, que ha sido atribuido a Draconcio de Cartago.
Orestes aparece también como personaje principal de varias leyendas relacionadas con su locura y purificación, tanto en Grecia como en Asia. En ellas Orestes es el mortal lleno de culpa al que purifican de su pecado por la gracia de los dioses, cuya misericordiosa justicia se muestra a todas las personas cuyo crimen sea mitigado por circunstancias atenuantes. Los implacables lazos de sangre de la sociedad primitiva dan lugar a un juicio justo y, en Atenas, cuando los votos de los jueces están divididos equitativamente, prevalece la compasión.