Pardo, que se refiere, dado el mestizaje en América, a los descendientes de esclavos africanos que se mezclaron con europeos e indígenas para formar una gente que no era ni mestiza ni mulata.[1]
Desde el siglo XVII se utilizaba para identificar un color de piel, que no necesariamente era oscuro. Los rasgos físicos de pardos variaban entre sí, pudiendo tener piel castaña oscura o casi blanca, o un color intermedio. El pelo podía ser rizado, liso o de cualquier otra textura, y de cualquier color.
En Brasil la palabra “pardo” ha tenido un significado genérico, desde el comienzo de la colonización. En la famosa carta de Pêro Vaz de Caminha, por ejemplo, los indígenas fueron llamados “pardos”: “Pardos, desnudos, sin cosa alguna que les cubriese sus vergüenzas”.[2]
Una lectura de los testamentos del período colonial aún lo prueba. Diogo de Vasconcelos, conocido historiador de Minas Gerais habla, por ejemplo del caso de Andresa de Castilhos, según información obtenida en un testamento del siglo XVIII: “Declaro que Andresa de Castilhos, mujer parda […] es forra […] descendiente del gentío de la tierra […] Declaro que la dicha Andresa de Castilhos es hija de un hombre blanco y mujer indígena”.[3]
La historiadora Maria Leônia Chaves de Resende también explica que la palabra pardo fue empleada para monear a personas con mezcla indígena o mismo personas indígenas: un Manoel, hijo natural de Ana Carijó, fue bautizado como “pardo”; en Campanha varios indígenas fueron clasificados como “pardos”; los indígenas João Ferreira, Joana Rodrigues y Andreza Pedrosa, por ejemplo, fueron clasificados como “pardos forros”; un Damaso se llamó “pardo forro” del “gentío de la tierra”; etc.[4] Según Maria Leônia Chaves de Resende, el crecimiento de la población parda en Brasil incluye los descendientes de indígenas y no solamente de africanos: “El crecimiento de los «pardos» en la población en el final del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX no tenía que ver solamente con los descendientes de africanos, sino también con los descendientes de indígenas, en particular los carijós y bastardos, inclusos en la condición de «pardos»”.[4]
Hoy en día, en Brasil "pardo" es una categoría de clasificación de población utilizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en los censos. La palabra en portugués significa ‘marrón’ o ‘gris-marrón’, pero se utiliza para designar a una persona “multinacional” o mestiza. Las demás categorías son branco, negro, amarelo e indígena.