Pasión de Cristo o pasión de Jesús es la denominación convencional utilizada para englobar los episodios evangélicos que narran los sucesos protagonizados por Jesucristo entre la última cena, su crucifixión y muerte (el ciclo narrativo puede detenerse ahí —comprendiendo aproximadamente una noche y el día siguiente— o continuarse con su entierro y resurrección, al tercer día —el cómputo cronológico ha sido históricamente objeto de debate—). También es el tema más utilizado en el arte cristiano.
La palabra castellana "pasión" proviene de la latinapassĭo, -ōnis, siendo esta un calco de la griega πάθος (pathos).[1] Hace referencia a los sufrimientos de Cristo, entre los que se incluyen: la traición de uno de sus discípulos (Judas Iscariote) y la negación de otro (San Pedro), la oración del huerto (aceptación trágica de su destino mientras los apóstoles, dormidos, le dejaban solo en el Huerto de los Olivos —Getsemaní—), su prendimiento (tras ser señalado con el "beso de Judas" y renunciar a que sus discípulos le defendieran), su periplo judicial entre Anás, Caifás, Pilatos y Herodes (el juicio de Cristo, con sus interrogatorios y enigmáticas respuestas), en el transcurso del cual se producen diversos episodios de burlas y torturas a cargo de los soldados (Cristo en la columna, coronación de espinas, los llamados improperios), la presentación a la multitud (Ecce Homo), la alternativa presentada a elección popular (salvar a Cristo o a Barrabás), su condena a muerte con el "lavado de manos" de Pilatos, el Via Crucis (el camino, cargado con la cruz, atravesando Jerusalén —por la actualmente llamada Via Dolorosa— hasta el monte Calvario —Gólgota—, con varias caídas —debe ser ayudado por Simón de Cirene— y encuentros —con Verónica, que le seca el rostro, con su madre, con las mujeres de Jerusalén—), el expolio (ser despojado de sus ropas), y la crucifixión entre dos ladrones (Dimas y Gestas).
Los relatos de la Pasión se encuentran en los cuatro evangelios canónicos, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Tres de ellos, Mateo, Marcos y Lucas, conocidos como Evangelios sinópticos, ofrecen relatos similares. El relato del Evangelio de Juan varía significativamente.[4]
Los eruditos no se ponen de acuerdo sobre qué acontecimientos que rodean la muerte de Jesús deben considerarse parte del "relato de la Pasión", y cuáles simplemente preceden y suceden al propio relato de la Pasión. Por ejemplo, Puskas y Robbins (2011) comienzan la Pasión después del arresto de Jesús y antes de su resurrección, incluyendo así sólo los juicios, la crucifixión y la muerte de Jesús.[4] En la obra del papa Benedicto XVIJesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la resurrección (2011), el término "Pasión" coincide completamente con la crucifixión y muerte de Jesús; no incluye acontecimientos anteriores y excluye específicamente el entierro y la resurrección. [5] Otros como Matson y Richardson (2014) adoptan un enfoque más amplio y consideran que la entrada triunfal, la última cena, el juicio ante Pilato, la crucifixión, el entierro y la resurrección constituyen colectivamente la llamada "Semana de la Pasión". [6]
La unción de Jesús por una mujer durante una comida unos días antes de la Pascua. Jesús dice que por esto siempre será recordada.
La Última Cena compartida por Jesús y sus discípulos en Jerusalén. Jesús da las últimas instrucciones, predice su traición, y les dice a todos que le recuerden.
Jesús predice la negación de Pedro: en el camino hacia Getsemaní después de la comida, Jesús dice a los discípulos que todos caerán esa noche. Después de que Pedro protesta que no lo hará, Jesús dice que Pedro lo negará tres veces antes de que cante el gallo.
La oración en el huerto de Getsemaní: más tarde esa noche en Getsemaní, Jesús reza mientras los discípulos descansan. Lucas el evangelista en 22:43-44 de su evangelio añade que Jesús estaba aterrorizado y sudaba sangre; sin embargo, los manuscritos más antiguos del Evangelio de Lucas no contienen estos dos versículos, los otros tres evangelios canónicos tampoco mencionan este suceso, y varios manuscritos contienen estos versículos en otros lugares, incluso en el Evangelio de Mateo (lo que sugiere repetidos intentos de inserción); así, la mayoría de los eruditos modernos consideran esta tradición una interpolación cristiana posterior, probablemente para contrarrestar el docetismo. [7][8][9].
El arresto de Jesús: entonces Judas Iscariote conduce o bien "un destacamento de soldados y algunos oficiales de los sumos sacerdotes y fariseos"[10] (acompañados según el Evangelio de Lucas por los sumos sacerdotes y los ancianos),[11] o una "gran muchedumbre armada de espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo",[12][13] que arresta a Jesús; todos sus discípulos huyen. Durante el arresto en Getsemaní, alguien (Pedro según Juan) toma una espada y le corta la oreja al sirviente del sumo sacerdote, Malco.
El juicio de Jesús ante el Sanedrín en el palacio del sumo sacerdote, esa misma noche. La parte que arresta lleva a Jesús al Sanedrín (tribunal supremo judío); según el Evangelio de Lucas, Jesús es golpeado por sus guardias judíos antes de su interrogatorio;[14] el tribunal lo examina, en el transcurso del cual, según el Evangelio de Juan, Jesús es golpeado en la cara por uno de los oficiales judíos;[15] el tribunal determina que merece morir. Según el Evangelio de Mateo, el tribunal entonces "le escupieron en la cara y le golpearon con los puños"[16] Luego lo envían a Poncio Pilato. Según los evangelios sinópticos, el sumo sacerdote que examina a Jesús es Caifás; en Juan, Jesús también es interrogado por Anás, suegro de Caifás.
La negación de Pedro en el patio fuera del palacio del sumo sacerdote, al mismo tiempo. Pedro ha seguido a Jesús y se ha unido a la turba que espera el destino de Jesús; sospechan que es un simpatizante, por lo que Pedro niega repetidamente conocer a Jesús. De repente, canta el gallo y Pedro recuerda lo que había dicho Jesús.
El juicio de Pilato a Jesús, por la mañana temprano. Poncio Pilato, el gobernador romano de Judea, interroga a Jesús, pero no puede encontrar ninguna falta en él (según algunos evangelios, Pilato declara explícitamente la inocencia de Jesús); sin embargo, los líderes judíos y la multitud exigen la muerte de Jesús; Pilato les da a elegir entre salvar a Barrabás, un criminal, o salvar a Jesús. En respuesta a los gritos de la multitud, Pilato manda crucificar a Jesús.
El Vía Crucis: Jesús y otros dos condenados son obligados a caminar hacia su lugar de ejecución. Según los sinópticos, Simón de Cirene es obligado a llevar la cruz de Jesús, mientras que Juan escribe que Jesús llevó su cruz él mismo.
La crucifixión de Jesús: Jesús y los otros dos condenados son clavados en cruces en el Gólgota, una colina a las afueras de Jerusalén, a última hora de la mañana hasta media tarde. En los evangelios se recogen varios dichos de Jesús en la cruz antes de morir.
La liturgia de la Semana Santa conmemora todo el ciclo de la Pasión. El símbolo cristiano más extendido, la cruz, representa precisamente la muerte de Jesús (o, según su interpretación en la Teología cristiana, su triunfo sobre la muerte). Hay numerosas devociones vinculadas a la Pasión, entre las que destacan:
el Via Crucis (que contempla en catorce "estaciones" diferentes escenas de la Pasión, deteniéndose frente a una imagen o una cruz y rezando);
El Vía crucis es un ejercicio piadoso de la Iglesia católica, con el cual los cristianos recuerdan en oración el camino de Jesús hacia el Gólgota llevando la cruz. Se compone tradicionalmente de 14 estaciones, cada una de las cuales evoca un momento de la Pasión (algunos de estos aparecen en los Evangelios, otros son añadidos por la tradición). Hay representaciones artísticas de cada paso del viacrucis.
Son innumerables las obras de arte que representan episodios de la Pasión. La Pasión de Cristo es un tema recurrente en el arte cristiano. Su representación puede incluirse dentro del más amplio ciclo de la vida de Cristo, puede adecuarse estrictamente a los límites propios del concepto "Pasión", o incluso limitarse a una parte restringida de este (por ejemplo, al conjunto de las escenas del camino del Calvario), o a un solo episodio evangélico.
La corona de espinas, el manto (a veces confundido con la túnica de Cristo) y otros los atributos reales usados para hacerle mofa, incluida la inscripción "INRI".
↑Schiller, Gertrud, Iconography of Christian Art, Vol. II, 1972 (English trans from German), Lund Humphries, London, ISBN 0-85331-324-5. Fuente citada en en:Arma Christi.