Patricia Highsmith | ||
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Patricia Highsmith, en 1988. | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
19 de enero de 1921 Fort Worth, Texas, Estados Unidos | |
Fallecimiento |
4 de febrero de 1995 (74 años) Locarno, Suiza | |
Causa de muerte | Anemia aplásica y cáncer de pulmón | |
Sepultura | Cimitero di Tegna | |
Residencia | Nueva York | |
Nacionalidad | estadounidense | |
Religión | ateísmo | |
Familia | ||
Pareja | Allela Cornell | |
Educación | ||
Educada en | Barnard College | |
Información profesional | ||
Ocupación | novelista | |
Años activa | desde 1950 | |
Movimiento | modernismo | |
Seudónimo | Claire Morgan (en su novela Carol) | |
Géneros | novela policiaca, suspense | |
Obras notables | Extraños en un tren | |
Distinciones |
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Firma | ||
Patricia Highsmith (Mary Patricia Plangman, Fort Worth, Texas, 19 de enero de 1921 - Locarno, Suiza, 4 de febrero de 1995) fue una novelista estadounidense famosa por sus obras de suspense.[1][2]
Sus padres, Jay Bernard Plangman y Mary Coates, se divorciaron antes de que naciera. Por eso, no conoció a su padre hasta cumplir los doce años. Durante los primeros años de su vida fue educada por su abuela materna, Willi Mae, en Texas.[3]
En 1924 su madre contrajo matrimonio con Stanley Highsmith, del que Patricia tomó el apellido.[4] En 1927 se marchó a vivir a Nueva York con ellos, donde trabajaban como diseñadores gráficos. Patricia mantuvo siempre una relación complicada con ellos. Según confesaba, su madre intentó abortar bebiendo aguarrás durante su embarazo.[3] Highsmith nunca superó esta relación de amor y odio con su madre. Tanto así que le inspiró para escribir The Terrapin, en el que un joven apuñala a su madre.[5]
Fue una lectora voraz. Le interesaban las obras relacionadas con la culpa, la mentira y el crimen, que más adelante fueron los temas centrales en su obra. A los ocho años descubrió el libro de Karl Menninger La mente humana y quedó fascinada por los casos que describía de pacientes afligidos por enfermedades mentales. Los análisis de este autor sobre las conductas anormales influyeron en su percepción de los personajes literarios. Tuvo una temprana vocación por la escritura y en 1935 escribió su primer relato, que no se ha conservado. Empezó a escribir gruesos volúmenes desde los 16 años hasta su muerte con ideas sobre relatos y novelas, así como diarios. Todo este material se conserva en los Archivos Literarios Suizos, en Berna.
Se graduó en 1942 en el Barnard College, donde estudió literatura inglesa, latín y griego.[6] Mientras vivía en la ciudad de Nueva York y México entre 1942 y 1948, antes de publicar sus primeros cuentos, Highsmith escribió para editoriales de cómics.[7] Comenzó en la editorial Ned Pines escribiendo dos historias de cómics al día por 55 dólares a la semana para más tarde pasar a una etapa como autora independiente, situación que le permitió encontrar tiempo para trabajar en sus propias historias cortas. El trabajo de guionista de cómics fue el único empleo a largo plazo que tuvo Highsmith.[8] En 1943 empezó a trabajar para la editorial Fawcett haciendo sinopsis de cómics y en esa época descubre su homosexualidad, tema que tratará más adelante cuando en 1952 aparezca bajo el pseudónimo de Claire Morgan su novela El precio de la sal.[9] Trata de la problemática historia de amor entre dos mujeres, con un final feliz insólito para la época. Unas tres décadas después la reimprimió con el título de Carol y descubriendo que era ella la verdadera autora, revelando en su epílogo las comprensibles razones del anonimato inicial. Finalizaba con estas palabras: «Me alegra pensar que este libro le dio a miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse».
A los 22 años comenzó a escribir su primera novela, The Click of the Shutting, que nunca fue publicada.[10] En 1945, tras una breve estancia en México de cinco meses, surgieron los cuentos En la Plaza, escrito en Taxco, estado de Guerrero, y El coche. Publicó su primer cuento a los 24 años en la revista Harper's Bazaar. En 1950 publica su primera novela, Extraños en un tren, por la que saltó a la fama un año después con la adaptación al cine de Alfred Hitchcock.
El pesimismo de sus historias, su exclusión de todo sentimentalismo y la crueldad materialista de sus análisis éticos fueron mal acogidos en Estados Unidos, pero no en Europa, y como sus ideas políticas de sesgo comunista contrariaban a la forma de vida americana,[11] abandonó el Nuevo Mundo y se trasladó para siempre a Europa en 1963. Residió en East Anglia (Reino Unido) y en Francia, y sus últimos años los pasó en Tegna, al oeste de Locarno (Suiza), donde falleció.[12]
Según cuenta su biografía, Beautiful Shadow, su vida personal era problemática, en parte por su alcoholismo; nunca tuvo una relación sentimental que durase más que unos pocos años, ni siquiera con la también novelista Marijane Meaker, y algunos de sus contemporáneos la tachaban de misantropía, en lo que hay algo de cierto.[13] Prefería la compañía de sus muchos gatos y caracoles y una vez dijo: «Mi imaginación funciona mucho mejor cuando no tengo que hablar con la gente».[14] También se la ha acusado de misoginia por sus Little Tales of Misogyny y de antiamericanismo por sus Tales of Natural and Unnatural Catastrophes; lo cierto es que su fama de escritora morbosa no la hizo especialmente vendible en los Estados Unidos. Highsmith encontraba frecuentemente inspiración en el arte, en la psicología clínica y en el reino animal.
Escribió más de 30 libros entre novelas, ocho colecciones de cuentos, entre los que destacan los Little Tales of Misogyny (Cuentos misóginos), Crímenes bestiales y los Tales of Natural and Unnatural Catastrophes (Catástrofes, 1987), ensayos y otros textos, y dejó numeroso material inédito.
La temática de la obra de Patricia Highsmith se centra en torno a la culpa, la mentira y el crimen, y sus personajes, muy bien caracterizados, suelen estar cerca de la psicopatía y se mueven en la frontera misma entre el bien y el mal. Esto es muy notorio en su primera novela publicada, Extraños en un tren (de 1950), que fue llevada un año después al cine por Alfred Hitchcock con el mismo título y cuyo guion fue adaptado por Raymond Chandler.
La visión de la realidad que se desprende de sus novelas y cuentos es depresiva, pesimista y sombría, como también su concepto sobre el ser humano. Algunas de sus novelas incluyen referencias homosexuales;[15] su novela Carol, que sus editores rechazaron por su temática lésbica, fue publicada bajo el pseudónimo Claire Morgan en 1953 y vendió cerca de un millón de ejemplares. En su última novela publicada, Small g, un idilio de verano (de forma póstuma un mes después de su fallecimiento), se trata nuevamente la temática homosexual, esta vez en torno a la presentación de una serie de relaciones equivocadas.
Highsmith, cuyo estilo se presenta tan económico como el de Guy de Maupassant, al que admiraba, destaca especialmente como creadora de personajes, especialmente marginales. Busca la polémica y le atrae especialmente la ambigüedad moral: sus héroes suelen ser personajes turbios y ambiguos que explotan la hipocresía social para ascender socialmente. Su obra se compone de una veintena de novelas, un gran número de relatos y un ensayo, El arte del suspense. Su amigo Graham Greene dijo sobre ella: "Uno no cesa de releerla. Ha creado un mundo original, cerrado, irracional, opresivo, donde no penetramos sino con un sentimiento personal de peligro y casi a pesar nuestro, pues tenemos enfrente un placer mezclado con escalofrío".
Alabada por la crítica como una de las mejores escritoras de su generación, por la penetración psicológica que lograba en sus personajes y sus tramas complejas y muy elaboradas, consiguió un reconocimiento internacional que pasó al público.
Una estancia en Europa le inspiró el personaje del amoral Tom Ripley, cuya primera aparición data de 1955 con El talento de Mr. Ripley, escrita tras el primer viaje de la escritora al Viejo Continente, sufragado con los derechos cinematográficos de su primera novela, la ya citada Extraños en un tren.
Con esta primera novela de la serie, obtuvo el Gran premio de la literatura policíaca y estuvo nominada al Premio Edgar a la mejor novela, y ha sido adaptada al cine en dos ocasiones y convertida también en serie de televisión. El personaje de Ripley vuelve a protagonizar otras cuatro novelas y se ha convertirá en uno de los más populares protagonistas de series de novelas de intriga, sin ser policía ni detective, sino un estafador, ladrón y asesino ocasional, que no se somete a la moral establecida y crea sus propios valores. Al contrario de lo habitual, no es castigado ni atrapado por la policía e inicia un gran ascenso social.
El personaje de Tom Ripley ha protagonizado las siguientes cinco novelas a lo largo de 36 años (1955-1991):
A lo largo de los setenta años de vida del personaje, numerosos actores han interpretado el papel de Tom Ripley en cine, televisión y radio: