Rumania es una república nacional, soberano e independiente, unitario, indivisible y republicano.
Es un Estado de derecho, democrático y social, en el cual la dignidad del ser humano, los derechos y las libertades de los ciudadanos, el libre desarrollo de la personalidad humana, la justicia y el pluralismo político representan valores supremos y se garantizan.
La soberanía nacional pertenece al pueblo rumano, el cual la ejerce por medio de sus órganos representativos y por referéndum.
Ningún grupo y ninguna persona pueden ejercer la soberanía en nombre propio.
El territorio de Rumania es inalienable.
Las fronteras del país se consagran por ley orgánica dentro del respeto a los principios y a las demás normas generalmente admitidas por el derecho internacional.
Desde el punto de vista administrativo, el territorio está organizado en municipios rurales, ciudades y departamentos. Con los requisitos que señale la ley, algunas ciudades pueden ser declaradas municipios urbanos.
En el territorio del Estado rumano no se pueden trasladar o colonizar poblaciones extranjeras.
El Estado tiene como fundamento la unidad del pueblo rumano.
Rumania es la patria común e indivisible de todos sus ciudadanos, sin distinción alguna de raza, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión, sexo, opinión, pertenencia política, fortuna u origen social.
La ciudadanía rumana se adquiere, se conserva o se pierde en las condiciones previstas por la ley orgánica.
La ciudadanía rumana no puede retirarse a quien la adquirió por nacimiento.
El Estado reconoce y garantiza a las personas pertenecientes a las minorías nacionales el derecho a conservar, desarrollar y expresar su identidad étnica, cultural, lingüística y religiosa.
Las medidas de protección tomadas por el Estado con el fin de conservar, desarrollar y expresar la identidad de las personas pertenecientes a las minorías nacionales han de ser conformes a los principios de igualdad y no discriminación respecto a los demás ciudadanos rumanos.
El Estado apoya el fortalecimiento de los vínculos con los rumanos que viven fuera del país y actúa para que éstos puedan conservar, desarrollar y expresar su identidad étnica, cultural, lingüística y religiosa, dentro del respecto a la legislación del Estado cuyos ciudadanos son.
El pluralismo es, en la sociedad rumana, una condición y una garantía de la democracia constitucional.
Los partidos políticos se constituyen y ejercen su actividad en las condiciones de la ley. Ellos contribuyen a definir y expresar la voluntad política de los ciudadanos, dentro del respeto a la soberanía nacional, la integridad territorial, el orden de derecho y los principios de la democracia.
Los sindicatos se constituyen y ejercen su actividad conforme a sus estatutos, en las condiciones de la ley. Su fin es contribuir a la defensa de los derechos y a la promoción de los intereses profesionales, económicos y sociales de los asalariados.
El sindicato debe ser:
• Libre
• Independiente
• Democrático
• Participativo
• Unitario
• Responsable
• Realista
• Solidario
Rumania mantiene y desarrolla relaciones pacíficas con todos los Estados y, en este marco, relaciones de buena vecindad, basadas en los principios y en las demás normas generalmente admitidas del derecho internacional.
El Estado rumano se compromete a cumplir exactamente y de buena fe las obligaciones que le incumben según los tratados de los cuales es parte.
Los tratados ratificados por el Parlamento, en conformidad a la ley, forman parte del derecho interno.