En náutica, la porta es cualquiera de las superficies articuladas, generalmente cuadradas o cuadrilongas, utilizadas para, alternativamente, tapar o destapar todo tipo de aberturas en los costados, en la popa o en los castillos de las embarcaciones, o en cualquier otra de sus divisiones interiores. (fr. Sabord; ing. Gun port).
Sirven para aportar luz al interior de la embarcación o para el manejo o servicio de la artillería u otros objetos.
En el ámbito de la artillería naval, las aberturas mismas por las que asoman y disparan los cañones no son portas sino troneras, y las portas que abren o cierran las así llamadas troneras son las «portas cañoneras».
En la era de la navegación a vela las portas cañoneras, sobre todo las de las cubiertas más bajas y más próximas a la línea de flotación, tenían la propiedad estanca de impedir que el agua del mar penetrase en el interior del buque. Efectivamente, la estanqueidad de estas portas era indispensable cuando el buque navegaba escorado.
Cada una toma la denominación o título correspondiente al suyo peculiar como porta de artillería, de mira, de Santa Bárbara, de carga, de lastre o de recibo, de luz, etc. Antiguamente, la de artillería se llamaba cañonera.