Psicópatas de Viña del Mar | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
Jorge José Sagredo Pizarro 22 de agosto de 1955 Viña del Mar, Chile Carlos Alberto Topp Collins 25 de enero de 1950 Viña del Mar, Chile | |
Fallecimiento |
29 de enero de 1985 (29 años y 35 años, respectivamente) Quillota, Chile | |
Sepultura |
Cementerio General de Santiago (Topp) Cementerio de Playa Ancha (Sagredo) | |
Información profesional | ||
Ocupación | carabineros (ambos) y taxista (Sagredo) | |
Años activo | 1981 | |
Información criminal | ||
Cargos criminales | 10 asesinatos, 4 violaciones y 1 robo | |
Condena | Pena de muerte | |
Situación penal | Fusilados | |
El caso de los «psicópatas de Viña del Mar» comprende los diez asesinatos y cuatro violaciones cometidas por los carabineros Jorge Sagredo Pizarro (nacido el 22 de agosto de 1955) y Carlos Topp Collins (nacido el 25 de enero de 1950) entre el 5 de agosto de 1980 y el 1 de noviembre de 1981 en la ciudad chilena de Viña del Mar. Los autores fueron detenidos y entregados a la justicia el 8 de marzo de 1982 y dados de baja de la institución el 4 de marzo de 1982.[1] Ambos hombres fueron sentenciados a pena de muerte y fusilados por un esquadrón de gendarmes el 29 de enero de 1985. Su ejecución terminaría siendo la última en Chile, dado que la práctica se ilegalizaría para crímenes ordinarios en 2001. Este caso se transformó en uno de los hechos más recordados en la historia policial del país.[2]
Existieron dos investigaciones paralelas durante esta serie de crímenes. Una fue conducida por el O.S. 7 de Carabineros de Chile, dirigida por el Coronel Urzúa. La otra, por un grupo especial de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), dirigida por el comisario Nelson Lillo.
El 2 de marzo de 1982 fue detenido Luis Eugenio Gubler Díaz, un conocido empresario de la zona, director del Banco Nacional, dueño de una empresa relacionada con mercados argentinos, holandeses y estadounidenses, socio de la constructora Costa-Gubler, además hijo de Luis Gubler Escobar, presidente de la Compañía Sudamericana de Vapores.[3] Si bien inicialmente se señaló que confesó la autoría de los crímenes, el 8 de marzo fue dejado en libertad incondicional por falta de méritos.
La clave para dar con los dos psicópatas fue entregada por el cabo Juan Quijada,[4] perteneciente a la Primera Comisaría de Viña del Mar, quien detectó a Sagredo como un sospechoso tras su extraño comportamiento por los últimos días. Luego de que Sagredo, enrabiado por las constantes preguntas que les hacía Quijada, le confesara sus crímenes, el cabo Quijada lo denunció al Grupo Especial OS7 de Carabineros. Sagredo tenía un antecedente por exponerse sexualmente a una menor de edad.[5]
Sagredo y Topp Collins fueron entregados a la justicia el 8 de marzo de 1982, y declarados reos por la ministra en visita Dinorah Cameratti el 13 de marzo de 1982.[6]
Jorge Sagredo y Carlos Topp Collins confesaron extrajudicialmente,[7] judicialmente[8] y públicamente[9] todos sus crímenes. De este modo, Topp Collins y Sagredo Pizarro fueron declarados culpables y condenados a la pena de muerte, en la sentencia dictada en primera instancia el 8 de enero de 1983 por el ministro en visita Julio Torres Allú.
La sentencia fue confirmada en segunda instancia por la unanimidad de la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso integrada por los ministros Margarita Osnovikoff, Iris González y Guillermo Navas. La sentencia fue ratificada por unanimidad de la Tercera Sala de la Corte Suprema, integrada por los ministros Osvaldo Erbetta Vaccaro, Emilio Ulloa Muñoz, Abraham Meersohn Schijman y los abogados integrantes Raúl Rencoret Donoso y Cecili Chellew Cáceres, el 17 de enero de 1985.
Luego de que les fuera negado el indulto presidencial por parte de Augusto Pinochet, fueron ejecutados en Quillota el 29 de enero de 1985.[10] Un testigo del fusilamiento recuerda la tensión y el ambiente que rodeaban al lugar. «Los fusileros entraron con uniforme y zapatillas. El piso estaba cubierto con lonas y frazadas para que Sagredo y Topp Collins no supieran el momento exacto del fusilamiento. A los dos hombres les colocaron un disco naranja en la zona del corazón para que allí apuntaran los tiradores», recordaba en 2013 José Gai, editor nocturno de Las Últimas Noticias que presenció la realización de la condena. Este fue el último fusilamiento antes de ser derogada la pena de muerte en Chile en el año 2001.[11]
Sagredo y Topp fueron sepultados juntos en cementerio de Playa Ancha en Valparaíso hasta 1994, cuando los restos de Topp fueron trasladados al Cementerio General de Santiago. Sagredo también fue trasladado, este a un distinto sector del mismo cementerio. Se desconoce la ubicación exacta de su lugar de descanso.[12]