Las rebeliones tuareg se refieren a las diferentes revueltas protagonizadas por grupos tuareg, sobre todo en Malí y Níger en el siglo XX y el siglo XXI. Los tuaregs son un pueblo bereber con una población de unos 2 millones y medio de habitantes. Tras la reducción del tráfico de caravanas por el Sahara y el proceso de liberación colonial en África quedaron repartidos sobre todo en cinco países: Níger (36%), Malí (30% representando el 10 % de la población del país[1]), Libia (4’8%), Argelia (3’6%) y Burkina Faso (1’8%), el resto está disperso por Nigeria, Chad, Túnez y Marruecos. Los grupos tuareg son uno de los actores locales más relevantes de la región del Magreb y el Sahel.[2]1
Tuvo lugar cerca del macizo de Air en la actual Níger. Fue dirigida por Ag Mohammed Wau Teguidda Kaocen (1880-1919) y tuvo el apoyo de los sanusíes aunque los tuaregs no compartían su doctrina religiosa y los historiadores lo consideran una alianza de conveniencia. Su objetivo común: la lucha contra el colonialismo francés.[3]
Esta insurrección a veces denominada primera rebelión tuareg o Alfellaga se produce en el norte de Malí protagonizada especialmente por la tribu de los Iforas después de la independencia de Malí colonizado hasta 1960 por Francia. Los grupos armados exigían el reconocimiento político de las particularidades del norte de Malí y un estatuto particular para la región. Lejos de ceder, el primer régimen poscolonial del socialista Modibo Keïta optó por la represión.[4] Por otro lado los tuaregs no lograron un liderazgo unificado ni implicar globalmente a la mayoría de tribus . El gobierno de Malí sofocó la revuelta con el apoyo de Marruecos y Argelia y un ejército armado por la Unión Soviética que logró la derrota militar de los tuaregs.[4] A finales de 1964 los métodos brutales del gobierno de Malí lograron aplastar la rebelión pero solo se pospuso el conflicto.[5] Según un antropólogo la brutalidad de la represión llevada a cabo por el ejército maliense, llegado principalmente del sur "ha dejado trazos dolorosos en la memoria colectiva, de manera particular en Kidal, y ha nutrido de un resentimiento profundo en el seno de muchas familias de esta zona afectadas por las masacres que tuvieron lugar".[6] El gobierno de Malí anunció programas para mejorar la oportunidades económicas y la infraestructura local pero no se llevaron a la práctica. El resentimiento continuó en muchas comunidades tuareg, especialmente en Kidal.[7]
En 1968 el presidente Modibo Keïta fue derrocado. El general Moussa Traoré presidió un Comité militar de liberación nacional y a partir de 1976 se creó la Unión Democrática del Pueblo Maliense. En los años 70 y 80 la sequía empujó a los habitantes del norte de Malí a refugiarse en Argelia y Níger donde tienen contacto con los movimientos rebeldes tuareg de estos dos países, así como en Libia donde Muamar Gadafi integra a muchos de los combatientes tuareg en su Legión Islámica, una fuerza mercenarios creada en 1972.[4][8] Tras la disolución del grupo, fruto de las derrotas en 1987 del conflicto entre Libia y Chad muchos de los ellos regresan a sus países de origen y juegan un rol importante en las rebeliones tuareg de los 90 que serán apoyadas por Gadafi mediante el aporte de armas y suministros a los rebeldes.[2]
La denominada "segunda rebelión tuareg" transcurrió en el norte de Malí y en Níger. En los años 70 y 80 se produjo una situación de hambruna junto a la marginalización por parte de los gobiernos locales de la población, provocando una huida de los tuaregs de la región a campos de refugiados en Libia y Argelia. En 1990 la falta de la ayuda prometida por el gobierno de Níger a los campos de refugiados en Argelia provocó el asalto a una comisaría en Tchin-Tabaraden, en la región de Tahoua, que acabó con la muerte de 31 personas. El ejército nigerino como respuesta arrestó, torturó y asesinó a decenas de civiles tuareg en lo que se conocería como la masacre de Tchin-Tabaraden.[9] Estos sucesos provocaron la creación de diversos grupos armados que combatirían contra el ejército de Níger en las montañas de Aïr, con un puntual alto el fuego en 1994 que llevó a la creación de dos organizaciones paraguas: la Organización de la Resistencia Armada (ORA) y la Resistencia Armada Coordinada (CRA). En abril de 1995, la ORA firmó un acuerdo de paz, que fue inicialmente rechazado por la CRA, cuyo líder, Mano Dayak moriría poco después en un extraño accidente de avión. La paz fue finalmente firmada el 15 de abril de 1995 en el conocido como Acuerdo de Uagadugú por el gobierno de Níger y la Organización de la Resistencia Armada representado por Rissa Ag Bula con la mediación de Argelia, Burkina Faso y Francia.[10]
La rebelión se inició el 29 de junio de 1990 después de un ataque del ejército de Malí a Gao. En 1991 se firmaron los Acuerdos de Tamanrasset con la mediación argelina. Por parte del gobierno de Malí firmó el Coronel Ousmane Coulibaly Jefe del Estado Mayor del Ejército de Malí y por parte tuareg Iyad Ag Ghali, dirigente de los insurgentes. Los acuerdos se incumplieron y en 1992 se establece el Pacto Nacional de abril que concedía un estatus especial para el norte con medidas similares a los Acuerdos de Tamanrasset firmados un año antes.