From Wikipedia (Es) - Reading time: 5 min
| El martirio de san Sebastián | ||
|---|---|---|
|
| ||
| Autor | El Greco | |
| Creación | 1577 | |
| Ubicación | Catedral de Palencia | |
| Estilo | Renacimiento, Manierismo | |
| Material | Óleo y Lienzo | |
| Técnica | Óleo sobre lienzo | |
| Dimensiones | 191 centímetros × 152 centímetros | |
San Sebastián —o El martirio de san Sebastián— es el tema de una obra del Greco, conservada en el museo catedralicio de la Catedral de Palencia. Este tema fue tratado posteriormente por el pintor en otros dos lienzos: San Sebastián (antiguamente en Bucarest) y San Sebastián (Museo del Prado)

Este lienzo, realizado al poco de la llegada del pintor a España, muestra a un joven san Sebastián desnudo, atado a un árbol, y con una flecha clavada en el costado. Otras dos flechas aparecen en el tronco del árbol. Su pierna izquierda —flexionada sobre una roca— y la derecha —apoyada en el suelo, con la rodilla tocando la roca— forman un contraposto, resaltando la musculatura del tronco y del brazo derecho, atado a la espalda. El otro brazo, extendido hacia el vértice superior derecho del lienzo, con la mano caída, acentúa la sensación de abandono ante el martirio. El tronco y la cabeza, levemente inclinados hacia su izquierda, muestran una torsión serpentinata típicamente manierista. Tanto el aspecto heroico del santo, el interés por el desnudo —inusual en la pintura española de la época— como la postura inestable y forzada pueden ser ecos de Miguel Ángel, cuyas obras vio el Greco en Roma.[4]
El fondo presenta un cielo azul profundo con trazos blancos de aspecto metálico, un breve paisaje con árboles de tonalidades pardas y verdes, y algunos personajes diluidos en la lejanía, tal vez los ejecutores del suplicio. El ambiente que rodea la figura es muy realista, con una representación veraz de la higuera donde está atado el santo, y una bella captación de su rostro. No hay ninguna referencia sobrenatural, salvo la mirada del mártir dirigida al cielo. El artista utilizó una composición muy similar en una obra tardía: San Jerónimo penitente, en la National Gallery de Washington.[5]
La figura está resuelta con pinceladas gruesas y empastadas, mientras que las del fondo son más finas y sueltas. La gama cromática es más reducida que lo usual en el Greco, con matices grises y pardos en las carnaciones y en el paisaje, en contraste con el brillante azul del cielo. Aunque hay un interesante tratamiento de la luz, cabe destacar la ausencia de un rompimiento de gloria, habitual en obras similares del pintor.[6]
El estado de conservación es óptimo, porqué nunca se ha movido de su emplazamiento original —salvo para exposiciones temporales muy controladas— ni ha sufrido limpiezas o restauraciones abusivas. Incluso la firma, de letras mayúsculas griegas, con reflejos y luces blancas, está muy bien conservada. Por ello, se trata de una obra muy importante para el estudio de la forma de trabajar del Greco.[7]
A pesar de que la primera teoría parece la más plausible, la identificación del donante continúa siendo actualmente desconocida.