Semana | ||
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País | Colombia | |
Fundación | 1982 | |
Fundador(a) | Felipe López Caballero | |
Postura política | Derecha política[1] | |
Ideología política | Conservadurismo, Liberalismo económico. | |
Temas | magacín de actualidad | |
Idioma | Español | |
Frecuencia | Semanal | |
Propietario(a) | Gilinski Group | |
Editor(a) | Vicky Dávila | |
ISSN | 0124-5473 | |
Sitio web | semana.com | |
Semana es una revista impresa, medio de opinión y comunicación colombiano con tendencia conservadora.[1][2] Fue fundada en 1946 por el político y expresidente de Colombia Alberto Lleras Camargo, y refundada en 1982 por el periodista Felipe López Caballero.[3]
En 2019 comenzó la adquisición de la revista por el grupo financiero Gilinski Group, proceso que se consolidó en 2020 y momento desde el cual la revista se transformó, enfocando sus esfuerzos en el aspecto digital y nombrando en la dirección general a Vicky Dávila. Dicha transformación ocasionó la renuncia de la gran mayoría de periodistas del equipo investigativo y de columnistas de opinión que hicieron parte de la revista durante décadas,[4] incluidos Ricardo Calderón, Antonio Caballero Holguín, María Jimena Duzán, Alejandro Santos, Vladdo entre otros.[5]
Con los cambios ocurridos, la línea editorial de la revista pasó de ser de corte progresista a ser conservadora afín a figuras políticas como el expresidente Álvaro Uribe y el Gobierno de Iván Duque.[2] Según el ex-columnista de la publicación Daniel Coronell, Gabriel Gillinsky le dijo que su propósito era convertir a la revista Semana en el Fox News colombiano, haciendo referencia a la cadena estadounidense conocida por sus posiciones de derecha.[6]
Por muchos años, la revista gozó de bastante aceptación en el país, a raíz de los múltiples reportajes que publicó a lo largo de su historia, teniendo como primicia muchos de esos reportajes, que destaparon escándalos como Odebrecht o la parapolítica.[7] También se le consideró importante por haber abarcado la época más convulsionada en la historia del país[8] y llegó a ser considerada la revista más influyente dentro de Colombia.[9] Contó con la colaboración de algunos de los periodistas más conocidos y reputados de Colombia, como Daniel Coronell y Gabriel García Márquez.
La revista fue fundada a mediados de 1946 por el abogado y experimentado periodista Alberto Lleras Camargo, justo después de terminar su período presidencial, tras cumplir con su encargo presidencial por la renuncia del titular, Alfonso López Pumarejo, en 1945. La revista fue vocera del ideario del Partido Liberal, y con su estilo buscaba emular el de la revista estadounidense Time.[10][11][12] Respecto de su similitud con Time, se cuenta que Lleras le dijo a Forero[13]ː
"Álvaro, quiero que me copie exactamente el diseño y el formato de esta revista"Albero Lleras Camargo, 1946
Lleras y Álvaro Forero se asociaron con la litografía de Benjamín Villegas, y nombraron como gerente de la publicación a un joven periodista de 20 años llamado Abdón Espinosa Valderrama (futuro ministro de Hacienda en los años 70). La primera edición de la revista salió al mercado un viernes 24 de octubre de 1946, siendo portada de la publicación el entonces presidente Mariano Ospina Pérez.[4]
La revista contó con la participación del periodista Alberto Zalamea, de los caricaturistas Jorge Franklin y Héctor Osuna y del pintor Omar Rayo,[13] quien ilustraba las portadas de la revista.[cita requerida] Su último director fue Fernardo Gillén Martínez, cuyo hijo también periodista, Gonzalo Guillén, trabajó en el Nuevo Herald.[14]
De acuerdo con Forero, la dirección de la revista pasó por las manos de varias personalidades de ambos partidosː El escritor Juan Lozano y Lozano, Hernando Téllez, Edy Torres, el educador Mario Laserna Pinzón (abuelo de Paloma Valencia), Mauricio Obregón, Luis Sornoza, Alberto Montezuma y el propio Alberto Zalamea; también estuvo a su cargo el político conservador Belisario Betancur, quien transformó la publicación en un medio conservador.
Bajo la faceta liberal, la revista circuló hasta 1961 luego de una publicación donde se atacaba al castrismo.[15]
De acuerdo con Vladdo, caricaturista de la revista, el proyecto de refundación de la revista se remontaba a los años 1970, pero tuvo que ser aplazado por su ideólogo, Felipe López Caballero, porque su padre, Alfonso López Michelsen lo nombró secretario presidencial durante su mandato presidencial entre 1974 y 1978.[13][12]
En la década de 1980, luego de trabajar como productor de cine, López retomó el proyecto, comprando equipos usados por la otrora revista de izquierda Alternativa, muy popular en la década de 1970. La revista contaba con el apoyo del escritor Gabriel García Márquez y el también periodista Enrique Santos, quienes apoyaron a López en la creación de Semana.[13]
Para poder usar el nombre Semana, López le pidió autorización a Alberto Zalamea, dueño de la marca, quien se la negó en un principio, puesto que quien tomaba la decisión final era el expresidente Alberto Lleras (a quien perteneció la revista durante los años 40, 50 y 60). Luego de negociaciones con amigos en común, apoyado por el empresario Julio Mario Santo Domingo (pariente del fallecido expresidente López Pumarejo), Lleras Camargo le permitió a Zalamea cederle los derechos de la marca a López.[13]
La primera edición de la nueva Semana salió al mercado el viernes 12 al 18 de mayo de 1982,[16][17] conservando la costumbre de antaño de la publicación semanal de la revista. López asumió la dirección hasta 1983. Lo sucedieron el escritor Plinio Apuleyo Mendoza y luego la periodista María Elvira Samper, quien estuvo en el cargo hasta 1991. Mauricio Vargas Linares dirigió la publicación entre 1992 y 1997.[12]
En un principio la revista tuvo detractores por la obvia relación de la publicación con la familia López, acusándola de ser un apéndice propagandístico de los ideales liberales, como lo fue en antaño, y peor aún, afín a los intereses presidenciales del expresidente López Michelsen (quien estaba de campaña por esos días); por el contrario, en un principio ni la revista se politizó[18] ni la familia López intervino en ella; como muestra de ello el tío de López Caballero, Jaime Michelsen Uribe, dueño del conglomerado Grupo Grancolombiano, se negó a financiar el proyecto, por considerarlo poco serio y pasajero.[3]
El escenario político empezó a cambiar en 1983, con la denuncia de un congresista sobre la supuesta recepción de dineros de la mafia por parte del entonces ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla. El ministro respondió a esta denuncia acusando al suplente del congresista de ser un narcotraficante, un hombre de mediana edad llamado Pablo Escobar. La noticia se hizo pública y el enfrentamiento entre Lara y Escobar fue cubierto por los medios más importantes del país. Incluso Semana le hizo seguimiento al caso.
Sin embargo Escobar ya era entonces reconocido por el artículo "Un Robin Hood Paisa", que lo mostró como hombre de negocios y filántropo, publicado en la revista meses atrás.[19][20]
Uno de los periodistas insignes de la época fue Gabriel García Márquez. Se le conoció por sus características portadas además de sus promociones, tales como cajas de herramientas, libros, despertadores con teléfono, etc. todo promocionado por Fernando González Pacheco.
En 1991 la revista cambió a su actual logotipo. En 1992 Escobar se fugó de la "cárcel de máxima seguridad" La Catedral, y Semana avivó el debate sobre la fuga que no tendría retorno, lo cual fue afirmado por los directivos de la revista y sería predicho a la perfección. Esto es importante de mencionar porque nadie creía que el capo se fugaría definitivamente. En 1998 logró la primicia de la primera entrevista que ofrecía alias "Mono Jojoy", miembro del Secretariado de las FARC, que en ese momento se encontraba en negociaciones de paz con el gobierno Pastrana.
En 2007, con el apoyo del canal privado Caracol y el noticiero Caracol, desarrolló el documental Colombia Vive que relató los sucesos más importantes del país durante 25 años, desde 1982 a 2007. La revista además prestó sus portadas y ayudó con sus investigaciones a nutrir el contenido del documental.[21] La revista entonces celebraba sus 25 años de refundación.
En 2008, recibió el Premio Rey de España, por las investigaciones periodísticas que contribuyeron a destapar el escándalo de la parapolítica.[22]
En 2010, con el cierre de la revista Cambio, Semana se convirtió en la única revista de opinión política que circulaba en Colombia.[8] Con motivo de sus 35 años, en 2017 la revista realizó un especial con sus portadas icónicas y publicó ediciones especiales y entrevistas destacadas.
Adicionalmente, y para competir con la poderosa y exitosa serie de televisión sobre Pablo Escobar que lanzó el canal Caracol, llamada Escobarː El Patrón del Mal (2012), (la cual contaba con archivos de El Espectador), el canal RCN lanzó la serie Alias El Mexicano (2013-2014), que contaba la historia de uno de los socios de Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha[23], y donde se dio énfasis al papel de Semana en la caza de los narcotraficantes.[24]
Tras la compra del 50% de Publicaciones Semana por parte del Grupo empresarial Gilinski a inicios de 2019, la cual ascendió al 100% de las acciones al año siguiente, la revista cambió drásticamente su lineamiento ideológico y se movió hacia el conservadurismo.[25]
En 1985, la revista publicó, en su edición 184, un informe sobre los hechos del Palacio de Justicia.[16] En 1986, en su edición 193, la revista hizo públicas las prácticas de ejecución interna del Comando Ricardo Franco bajo el mando de alias Javier Delgado, a quien la prensa comenzó a llamar el «Monstruo de los Andes».[26][27] También se adjudica haber destapado el paramilitarismo en Colombia. En la edición 315, en 1988, informó sobre las actividades irregulares ocurridas en la zona del Urabá, donde hacendados se estaban armando en contra de las guerrillas comunistas.[28][29] En 1989 empezó a llamar esas actividades como paramilitarismo.[30]
La revista ha tenido conflictos con las fuerzas armadas de Colombia,[31][32][33] pues ha revelado como el Ejército, en múltiples ocasiones, ha hecho interceptaciones ilegales y ha ejecutado extrajudicalmente a jóvenes en todo el país, para obtener beneficios al ser presentados como guerrilleros abatidos en combate. Estos escándalos se conocieron como las «chuzadas» y los «falsos positivos», respectivamente. También ha revelado los problemas de corrupción al interior del Ejército.
El escándalo también implicó al DAS, motivo por el cual fue liquidado meses después.[34]
También revelaron el escándalo de la parapolítica, pues si bien el suceso fue denunciado en 2008 por el entonces senador Gustavo Petro,[35][36] el cubrimiento noticioso lo hizo Semana a raíz de un computador incautado al jefe paramilitar Jorge 40, y a cuya información Semana tuvo acceso exclusivo en esos días.[37][38]