Este término también se puede utilizar al referirse a una persona que significa mucho para sí mismo, alguien a quien aprecias tanto como las antiguas civilizaciones apreciaban a sus tesoros.
Los tesoros ocultos o perdidos en naufragios, por enterramiento o emparedamiento a causa del temor a perderlos como consecuencia de una guerra o una época de incertidumbre, o cuya ocultación es parte esencial de la estrategia de su poseedor (tesoros de los piratas o botín de los ladrones; tesoros acumulados como rito funerario junto al cadáver) son la parte más espectacular de un yacimiento arqueológico, pero no necesariamente la más valiosa científicamente. Su expolio o extracción inadecuada, tanto ilegal como la efectuada por el propio arqueólogo cuando trabaja sin método, suele ser la causa más frecuente de destrucción de información en los yacimientos.
Con el nombre de tesoro, los arqueólogos bautizan los yacimientos donde se encuentran este tipo de hallazgos. El arqueólogo Schliemann destacó por su afán en identificar en la realidad los descritos en los poemas homéricos.
Ejemplos de la arqueología clásica, egipcia y del próximo oriente antiguo:
Entre los mitos pseudohistoriográficos con mayor o menor base real o esotérica, se cuentan tesoros cuya existencia se divulga sobre todo por la literatura popular.
Tesoro del Templo de Jerusalén, mito basado en los diferentes tesoros que realmente contuvo el Templo de Salomón en distintas épocas históricas, y que fueron varias veces saqueados (véase también Rollo de Cobre). Uno de los tesoros que según la Biblia contendría, el Arca de la Alianza, ha sido particularmente objeto de todo tipo de especulaciones por la cultura popular (como la película Raiders of the Lost Ark de 1981 cuyo personaje protagonista, Indiana Jones es un perfecto ejemplo de todo lo que no debe ser un arqueólogo) e incluso de documentales pseudocientíficos (como El Éxodo descodificado, de 2006).
Tesoro de los cátaros, el presuntamente reunido por los cátaros, uno de cuyos posibles lugares sería Montsegur y que habría sido buscado por Otto Rahn y las autoridades nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Tesoro de Loch Arkaig, el resto de los fondos que sirvieron para el levantamiento jacobita de 1745 y que presuntamente algunos de ellos habrían custodiado desde entonces.
Tesoro de Rande. El transportado por la flota española hundida en la ría de Vigo en 1702 (14 galeones mercantes que llevarían 500 toneladas de oro y plata y 250 de piedras preciosas). Sería el mayor tesoro subacuático.
Arca de Noé. Citada en la Biblia, habría quedado en el Monte Ararat. Buscada por arqueólogos norteamericanos y turcos, consistiría en madera, sin valor material, sino religioso.
Cámara sepulcral de Keops. Presuntamente, la cámara sepulcral verdadera del faraón Keops no se habría encontrado aún, no habría sido saqueada y estaría en algún lugar indefinido, bien dentro o bien fuera de la pirámide de Keops.
Muchas otras casas reales han dispuesto lugares similares, como la Schatzkammer o cámara del tesoro en Viena. Véase Joyas de la Corona.
Los Tesoros Imperiales de Japón se guardan en lugares secretos según la tradición, aunque su localización es conocida, repartidos en varios santuarios.