Tonto es un adjetivo del idioma español referido a quien posee una inteligencia escasa, alguien torpe o con una conducta poco pertinente.
La palabra tonto viene del latín attonitus, participio de attonare, compuesto del prefijo ad- y el verbo tonare.[1] Atónito es quedar pasmado o espantado, similar al shock (en inglés), que ocurre cuando alguien se expone a un ruido ensordecedor.[2] De ahí también atontado, atontar, tontillo, etc.
Se usan como sinónimos una gran cantidad de términos como, por ejemplo: mentecato, menso, lerdo, tarado, gilí, idiota, bobo, hijo de burro, animal, boludo, lelo, imbécil, sonsuela, gafo, etc. Es menester acotar que algunos de estos términos se toman como peyorativos, inclusive algunos como pendejo, gilipollas y huevón son consideradas como palabrotas o groserías en muchos países de habla hispana.
Hacerse "el tonto" es fingir engañosamente no darse cuenta de las cosas para lograr algún objetivo. "Atontar" es lograr que otra persona actúe, se convierta o se comporte como un tonto. Tonto es una palabra que es extensamente "graduada"[3] en el idioma español. "Eres medio tonto con las mujeres" podría aplicarse a un hombre inteligente, pero que por timidez comete errores con las mujeres. Así mismo "eres un completo tonto" se usaría para señalar a quien toma siempre las opciones o decisiones incorrectas. "Poco tonto" se usa para quien por medio de tonterías se sale con la suya.