Vanilla | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Plantae | |
División: | Magnoliophyta | |
Clase: | Liliopsida | |
Subclase: | Liliidae | |
Orden: | Orchidales | |
Familia: | Orchidaceae | |
Subfamilia: | Vanilloideae | |
Tribu: | Vanilleae | |
Subtribu: | Vanillinae | |
Género: |
Vanilla[1] Plum. ex Mill., 1754 | |
Especie tipo | ||
Vanilla mexicana Mill., 1768 | ||
Especies | ||
Ver texto | ||
Sinonimia | ||
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Vanilla es una flor perteneciente al género de orquídeas con alrededor de 110 especies distribuidas por todas las regiones tropicales y subtropicales: América tropical, Asia tropical y África Occidental.[2] Las plantas y sobre todo sus frutos son conocidos comúnmente como vainillas. La especie más conocida es la Vanilla planifolia, de la que se extrae la vainilla. Es la única especie de orquídea cultivada para el uso industrial; utilizada como saborizante en alimentos y bebidas y como aromatizante en cosmética.
Las especies del género Vanilla son plantas monopodiales terrestres o hemiepifitas, de hábitos trepadores[3] que llegan a alcanzar más de 36 m con hojas alternas que se extienden por toda su longitud.
Las hojas son de color verde oscuro; dísticas, oblongas, de margen entero, lisas por ambas caras, coriáceas o carnosas, ligeramente apuntadas. La savia es irritante, provoca en la piel quemaduras y picores persistentes.
En lo respectivo al tamaño, son tres veces más largas que anchas y pueden medir unos 55 cm.
Sin embargo, existe un significativo número de especies cuyas hojas se han reducido a escamas o están desprovistas, casi o totalmente de ellas y utilizan sus tallos reptantes para la fotosíntesis.
Poseen largas y fuertes raíces aéreas que nacen de cada nódulo y que permiten a la vainilla aferrarse a su soporte o, en caso de corte, enraizarse.
Las inflorescencias racemosas son flores de corta duración que surgen sucesivamente sobre cortos pedúnculos de las axilas de las hojas o escamas. Están agrupadas en pequeños ramilletes de 8 o 10 y aunque cada racimo puede contener hasta 100 flores, generalmente no sobrepasa la veintena.
Son flores bastante grandes y atractivas, la mayoría con una dulce fragancia, con 3 sépalos y 3 pétalos de colores. Los colores de estos pasan por el blanco, verde, verdoso, amarillo, amarillo pálido o crema, poseyendo siempre la estructura clásica de una orquídea (a pesar de su estructura tan regular).
Cada flor se abre por la mañana y se cierra al atardecer; posteriormente, se marchita, haya sido polinizada o no.
El labelo es de forma tubular y rodea la larga e hirsuta columna abriéndose como una campana en el ápice. La antera se encuentra al final de la columna y cuelga sobre el estigma separada por el rostellum. La floración surge solamente cuando la flor se ha desarrollado por completo.
Las flores se autofertilizan, pero la fecundación natural precisa de la intervención de polinizadores, insectos especializados, únicamente presentes en los densos bosques de América Central, de los que proviene originariamente el género.
A este tipo pertenecen insectos tales como abejas y ciertos colibríes, que obtienen su néctar y efectúan la polinización. Concretamente, dentro de las abejas, se puede considerar a las de la tribu Euglossini, principalmente a la especie Euglossa viridissima, así como en menor medida Eulaema cingulata. Entre las del género Melipona, destaca Melipona beecheii, considerada durante una época como las fecundadoras de Vanilla, aunque hoy en día son descartadas por muchos entomólogos.[4] De todos modos, la polinización manual es el mejor método en el cultivo comercial de la vainilla.
Tras la fecundación, el ovario, que cumplía la función de pedúnculo en la base de la flor, se transforma dando lugar al fruto. Se trata de una cápsula alargada, una vaina carnosa que cuelga, y que alcanza una longitud media de 12 a 25 centímetros. Madura gradualmente (de 8 a 9 meses tras la floración), tornándose negra con el tiempo y despidiendo un fuerte aroma. Las vainas frescas y todavía sin olor poseen un diámetro de entre 7 y 10 milímetros. Contienen miles de minúsculas semillas que serán liberadas al estallar los frutos cuando estén maduros si no se ha ido a recogerlos cuando aún estaban verdes (interesa recoger la vaina para elaborar el saborizante).
La especie Vanilla planifolia es prácticamente la única orquídea que se utiliza con fines industriales (en las industrias alimentaria y cosmética).
Los miembros de este género viven en las zonas bajas de las pluviselvas. Ya eran reproducidas por esquejes antes de la llegada de los conquistadores españoles a México y Guatemala. Además, casi la totalidad de las raíces, incluso aquellas que nacen silvestres (se dan en libertad), son clones de otras que provienen de explotaciones actuales o bien de cultivos abandonados.
La zona natural de la cual es originaria Vanilla planifolia es mal conocida. Se extendería sobre una amplia región que comprendería partes del sur de México, Guatemala, Belice y Honduras; pero se habría vuelto muy difícil de encontrar en un estado realmente silvestre. Por eso, tan sólo una treintena de raíces, además muy dispersas, son actualmente identificadas como tales.[5]
Principalmente, la vainilla es conocida como una especia que se cultiva. Y es la historia de esta especia la que ha ayudado a difundir el cultivo, y a que se dé la planta en la mayor parte de las pluviselvas donde actualmente se encuentra.
Junto a cada especie aparece la zona donde se produce.
En la mayoría de las lenguas, se designa a la vainilla por nombres fonéticamente parecidos: vanilla en inglés, wanilia en polaco, vanilj en sueco, vanille en francés. La vainilla es un fruto tropical, procedente en su gran mayoría del Caribe.
Etimológicamente, el nombre correspondiente a los otros idiomas viene del español vainilla. Este a su vez deriva de la palabra latina vaina y quiere ser un diminutivo de vaina o cáscara alargada.[6]