William Makepeace Thackeray | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
18 de julio de 1811 Calcuta (Dominio de la Compañía en la India) | |
Fallecimiento |
24 de diciembre de 1863 Londres (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda) | (52 años)|
Sepultura | Cementerio de Kensal Green | |
Nacionalidad | Británica | |
Religión | Anglicanismo | |
Familia | ||
Padres |
Richmond Thackeray Anne Becher | |
Cónyuge | Isabella Gethen Creagh Shawe (desde 1837) | |
Hijos | Anne Isabella Thackeray Ritchie | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Escritor, novelista y prosista | |
Seudónimo | Michael Angelo Titmarsh, George Fitz-Boodle e Ikey Solomons | |
Género | Sátira y ensayo | |
Obras notables | ||
Firma | ||
William Makepeace Thackeray (Alipur, Calcuta, India, 18 de julio de 1811 - Londres, Inglaterra, 24 de diciembre de 1863) fue un novelista, ilustrador y periodista inglés del realismo.
Hijo único de Anne Becher Thackeray y su esposo, un comerciante llamado Richmond Thackeray que trabajaba como administrativo en la Compañía Británica de las Indias Orientales, se quedó huérfano de padre a los cinco años, aunque este ya había hecho fortuna. Como su madre estaba enamorada de otro hombre y se casó en segundas nupcias, fue enviado desde Calcuta a Inglaterra junto a su tía Ms. Ritchie, para que estudiase en un internado, que fue la Chiswick Mall Chaterhouse School de Londres, muy odiada y caricaturizada en sus obras, y luego en el Trinity College de Cambridge; pero colgó los estudios en 1830 para hacer un Grand Tour por Europa, durante el cual se detuvo especialmente en París y se entrevistó con Goethe en Weimar. De vuelta a Londres en 1831, se matriculó en Middle Temple para estudiar Derecho, pero abandonó esta carrera cuando en 1832 recibió, con su mayoría de edad, la gran herencia de su padre, 20.000 libras, con las que adquirió el periódico National Standard; pero este periódico no tuvo éxito y dilapidó el resto de la suma en el juego, inversiones especulativas y negocios ruinosos: en 1833 ya no tenía nada.[1] En 1834 se trasladó de nuevo a París para instruirse en dibujo y pintura, camino que abandonó también ante la falta de éxito.
Sin embargo, siguió cultivando el periodismo y el dibujo caricaturesco en publicaciones como The Constitutional, The Times, Punch (donde ingresó en 1842) o Fraser's Magazine. Contrajo matrimonio en 1836 con la irlandesa Isabella Shawe, a la que había conocido en París y de la que tuvo tres hijas, una de ellas fallecida en la infancia; pero su esposa se intentó suicidar al menos una vez y tuvo que internarla en un hospital psiquiátrico en 1840 hasta el fin de sus días, que fueron muchos, pues sobrevivió a su esposo. Por eso no se volvió a casar, aunque mantuvo algunas relaciones sentimentales más. En 1844 hizo un viaje por Oriente Medio. Entre febrero de 1846 y febrero de 1847, fue responsable de una crónica en la revista Punch titulada «The Snobs of England», que fue su primer éxito y lo dio a conocer al gran público, popularizando el latinismo snob como palabra de uso común. Entre 1846 y 1851 se relacionó con Jane Brookfield, mujer de un antiguo compañero de Cambridge llamado William Brookfield, hasta que este se hartó de su amor platónico y prohibió a la pareja volver a tratarse.
Merced a las novelas que empezó a escribir en 1840, se había convertido en el competidor y rival principal de Charles Dickens, también porque los separaban diversas concepciones de la novela, aunque ellos mismos se admiraban y no se consideraban competidores. Pero Thackeray no siempre escribía con su nombre oficial. Usó pseudónimos como "Charles James Yellowplush", "Michael Angelo Titmarsh", "The Fat Followers", "Ikey Solomons" o incluso "George Savage Fitz-Boodle". Cultivó el género del libro de viajes dos veces: The Paris Sketchbook y The Irish Sketchbook, la novela por entregas y también la novela picaresca con su La suerte de Barry Lyndon, aunque lo picaresco reaparece también en otras obras suyas, ya que su personaje prototípico es el pícaro desclasado o el arribista enriquecido: la Becky Sharp de The Vanity Fair, el Barry Lyndon de The Memories of Barry Lyndon y la Catherine de Catherine, por ejemplo. Impartió conferencias en los Estados Unidos dos veces, en 1852 y en 1855, conociendo a los presidentes Millard Fillmore y Franklin Pierce y enamorándose de la joven americana Sally Baxter. En ellas disertaba sobre los humoristas ingleses dieciochescos y luego sobre los cuatro primeros monarcas de la casa de Hannover, conferencias que recogió en forma de libros: Los humoristas ingleses del siglo XVIII (1853) y Los cuatro Jorges (1860).
Se presentó sin éxito al Parlamento en 1857 y se peleó con Dickens, anteriormente un colega amistoso, por el llamado «asunto del Club Garrick» (1858). Editó la revista The Cornhill Magazine (1860-1862), donde publicó por entregas dos novelas cortas, El viudo Lovel y Las aventuras de Philip. En 1862 abandonó su puesto de editor para no tener que seguir rechazando manuscritos, si bien continuó escribiendo para la revista. Cuando comenzaba su última novela, Denis Duval, le sorprendió la muerte. Se considera que su obra maestra es La feria de las vanidades (Vanity Fair, 1847), novela por entregas protagonizada por Becky Sharp, una arribista contrapuesta a la adinerada y bien nacida Amelia Sedley. Subtitulada «novela sin héroe», su disección de la personalidad femenina se acerca a la misoginia:
La moral que Thackeray busca derivar de sus observaciones es en suma la cristiana y victoriana: «Todo es vanidad». Thackeray predica la humildad, el trabajo sin esperar recompensa, la tolerancia, el amor por los demás... Pero no se adentra en los aspectos sórdidos, desagradables y marginales de la realidad precisamente por ser un victoriano; prefiere ejercitar su crítica sobre la hipocresía entre las clases medias y aristocráticas de la sociedad.[3] En eso fue un maestro, como señaló Charlotte Brontë: «Ningún autor ha sabido distinguir tan magistralmente como él entre la escoria y el mineral, entre lo real y lo falso».[4]
Thackeray es reconocido por su estilo en el retrato de los personajes y el empleo de la sátira. Posee un humor irónico corrosivo y un estilo realista y hábil en la estructura argumental.
Thackeray es considerado como el segundo mejor novelista de la época victoriana, después de Charles Dickens, pero actualmente es menos conocido que este y usualmente su obra más leída es La feria de las vanidades, que definió como «una novela sin héroe». En esta novela fue capaz de satirizar sobre la naturaleza humana de una forma suave, creando su más famoso personaje, la amoral Becky Sharp. Al contrario que sus demás obras, esta novela sigue siendo muy leída y estudiada. En parte autobiográfico es el personaje de Arthur Pendennis, que sirve para articular un ciclo de cuatro novelas, en la primera de las cuales traza su carrera juvenil, su primera historia de amor, sus experiencias en la «Universidad de Oxbridge», su trabajo como periodista de Londres, etc., logrando un retrato convincente de un joven; otro personaje que aparece en un par de novelas históricas ambientadas en la época de la reina Ana, entre el siglo XVII y XVIII, es Henry Esmond; están escritas en un pastiche de la lengua y el estilo del siglo XVIII; los nietos de Esmond protagonizan a su vez The Virginians, otra novela histórica ambientada en la segunda mitad del siglo XVIII, en EE. UU.
Las obras de Thackeray se caracterizan por su profundo conocimiento del corazón humano y por la seguridad con que están trazados sus personajes, sin exceso de virtud ni de vicio y tal como se encuentran en la vida corriente, por lo que resultan ser más fiables en cuanto a descripciones y costumbres que las de Dickens. Satiriza con ironía fina y tiende a moralizar, a veces con prolijidad.[5]
En la propia época de Thackeray, algunos críticos como Anthony Trollope argumentaron que su obra Henry Esmond era su mejor trabajo, quizá porque expresaba los valores de la época victoriana tales como la responsabilidad y ser un buen trabajador, valores que se incluirían en obras posteriores. Un motivo por el que estas obras que desarrollaban los valores victorianos no sean tan populares hoy en día quizá sea porque no incluía nada nuevo, como sí lo hizo en cambio La feria de las vanidades, que satirizaba estos mismos valores.
Thackeray se consideraba un escritor de la tradición realista, no del sentimentalismo y las exageraciones que caracterizaban a Charles Dickens. Algunos críticos han aceptado esta propia definición, pero otros argumentan que Thackeray usaba técnicas narrativas características del siglo XVIII, tales como digresiones o invocar al lector, por lo que no se lo puede definir como estrictamente realista. Y consecuentemente, Henry James no quiso seguir a Thackeray porque prefería mantener el realismo en toda la obra.